Tarde de poca historia con oreja a la sevillanía de Pablo Aguado

Soporífica tarde de calor en la Maestranza con una temperatura de 40º grados y un ganado noble pero al que le faltó embestir de verdad. Con este material, Morante se topó con el peor lote dentro de una corrida a la que le faltó empuje. El sevillano dejó varias perlas con su par pero sin poder ahormar faenas con continuidad. Manzanares con suprema elegancia pudo tocar pelo ante el mansito -embistió por fuera- al que toreó con gusto y ligazón sobre todo por el derecho. Por el contrario era más incómodo y perdía el ritmo pero a pesar de ello la faena tomó vuelo y un inoportuno pinchazo lo estropeó todo. Con el quinto nada que hacer ante uno vacío. Y Pablo Aguado que cerraba la terna, cortó una oreja ante al más manejable de la tarde tras una faena plena de gusto y sevillanía donde el espacio y el tiempo fueron claves en su bonito quehacer. Con él sexto se estrelló puesto que no se tenía en pie por su escasas fuerzas.

“Veraneante” (Hnos. García Jiménez) se emplazó en los medios el abreplaza tras rematar en los burladeros -mostró desidia- antes de embestir con clase aunque de corto viaje al dulce capote del sevillano. Morante soltó varias lapas de muchísimo temple y personalidad en un saludo donde ganó terreno hasta llegar a los  medios. La media que abrochó de auténtico cartel. El cigarrero tras una vara en el piquero de puerta volvió a dibujar varios lances -chicuelinas- de gracia inmaculada. Todo ante uno justo de poder que exteriorizó poco fuelle en su interior. Bonito inicio de José Antonio donde pudo expresión y compostura en un tanteo de gran prestancia. Así se lo sacó para afuera -más allá del tercio- para componer una tanda con cierta plasticidad pero falta de transmisión por la poca fortaleza del primero. A partir de ahí, un trasteo inocuo con una embestida anodina y un maestro intentando sacar algún muletazo estimable. Voluntad e ilusión en balde que se estrelló ante uno sin empuje. Pinchazo y silencio.

“Principal” -mismo hiero que el primero- bajó en presentación aunque salió con más ímpetus que el inicial. A este, Manzanares lo recogió con parsimonia sin llegar a calentar el cotarro tras un feo por el pitón izquierdo. En varas se cuidó en sus dos entradas sin castigar nada. Buena lidia de Abraham Neiro. Prometedor inicio de Manzanares -por bajo - acompañado la embestida y poniendo elegancia en su ser. Josemari suplió la obligación por la estética y aprovechó la clara embestida de su antagonista con un muletear templado y estético pero sin ajustes. Un toro que metió la cara abajo y que pasó por allí -periférico- sin apretarle, a su aire. El alicantino pasajeó por ambos -más ritmo y ligazón a derechas- y menos mandón a izquierdas. Faena personal de Manzanares poniendo prestancia y una muleta que acompañó una acometida en carrusel -mansito- al que tapó las huidas y puso su estampa distinguida. Pinchazo y estocada. Ovación.

“Derribado” también de Hnos. García Jiménez muy en la línea del segundo de la tarde. Un toro justo de presentación que no se rompió en el sincero capote de Pablo Aguado. El sevillano lanceó con gusto por ambos en un saludo muy profundo. El tercero llegó al tercio de varas sin definir y por ello no se le metieron las cuerdas. Tras el paso por el piquero Aguado soltó algunas chicuelinas y verónicas de amplio parangón. La sevillana explotó en un precioso inicio donde la muleta viajó al compás de una Soleá de Triana. Planta erguida, mentón metido y muñecas rotas en una tanda que sació todos los paladares. La siguiente -sin ritmo- por la falta de continuidad de un sosito que se vino a menos pero el que Pablo puso armonía y sensibilidad. El sevillano le sobrepuso mucho a su oponente con un toreo de ajuste, despejado de mente y lleno de naturalidad por ambos pitones. Sevillana y gracia en su notable quehacer ante uno manejable. Finalizó con casi entera. Oreja tras una bonita faena.

“Caramelo”, de Olga Jiménez, un ‘colorao’ más cuajado que los otros tres anteriores al que le faltó empuje en el personal capote de Morante. Dos o tres lances con son que calaron hondo en la parroquia. Otro que destapó en la lidia poca codicia y mal estilo soltando la cara y queriendo topar con los engaños. El cuarto, uno sedativo, que pasaba por allí sin decir nada ante la voluntad manifiesta del sevillano. Varios intentos que parecieron comenzar en cada inicio de trasteo sin que aquello tomara vuelo por ningún lado. Estocada y labor sin historia que fue silenciada.

“Carcelario”, de Olga Jiménez, embistió al capote del alicantino sin rebosarse. Manzanares lanceó con decoro ante un quito sosito en los primeros tercios. Este derribó en el segundo encuentro al piquero pero marcó falta de casta tras las varas. Susto para a Neiro a la salida del último par después pensárselo mucho el quinto. El segundo del lote llegó al último tercio sin transmisión y casi vida con lo que el trasteo del alicantino careció de cualquier emoción. Un toro noble y obediente que embestida sin codicia ante una sincera muleta y la franca disposición de Manzanares. Silencio.

“Descreído” mismo hierro que los dos anteriores. El sexto salió blandeando y protestado en los primeros tercios. Ante este material Aguado se limitó con criterio a cuidarlo para que no perdiera lo poco que tenía dentro. Un toro despegado del suelo por su altura que se mermó aún más tras su balancín en el recibo. La suerte de puro trámite y la faena de muleta sin nada que destacar ante un último encogió. El sevillano se justificó sin poder hacer más que mostrar su voluntad. Silencio.

Plaza de toros de la Maestranza de Sevilla. Toros de Hnos. García Jiménez y Olga Jiménez (4º, 5º y 6º) para Morante de la Puebla, José María Manzanares y Pablo Aguado. Lleno de "no hay billetes".

Ficha del festejo:

Morante de la Puebla: Silencio y Silencio.

José María Manzanares: Ovación y Silencio.

Pablo Aguado: Oreja y Silencio.

Incidencias

El público ha obligado a saludar a la terna de matadores antes de salir el primero de la tarde.