SEVILLA

Sevilla se entregó a un tremendo Castella que abrió la Puerta del Príncipe

Se lidió una interesante en su conjunto y bien presentada corrida de Victoriano del Río y Toros de Cortés (5º). Entrega total de Castella, que cuaja una tarde para el recuerdo. Talavante cumplió y Roca Rey firmó una actuación comprometida con el sólo lunar de la espada
sábado, 30 de septiembre de 2023 · 17:29

“Impuesto”, de Victoriano del Río, saltó en primer lugar para Sebastián Castella. Un “pavo” abrió la tarde en la segunda de San Miguel, alto, ofensivo, hecho hacia delante -cuesta arriba- pero con  cuello que lo echó abajo en nada más presentar la tela rosa Castella. Un saludo decoroso por verónicas donde se comprobó la mezquindad de   fuerzas. Una varita y para atrás…al corral.

Primero bis “Soleares”, de Victoriano del Río, -sobrero- para el francés afincado en Sevilla. Un castaño muy astifino más bajo que el inicial y que se mostró abanto de inicio. A este, Castella lo cuajó en un variado saludó -largo- con verónicas y chicuelinas donde conectó con la parroquia tras un lancear decidido y bello. Por el izquierdo embistió más en línea y por el derecho obedeció mejor. Lo mismo que en la primera vara al empujar fijo pero apoyado por ese pitón zurdo y metiendo riñones. La segunda acudió con son y se dejó pegar claramente. El quite de Talavante con dos verónicas y una serpentina para soltar nervios. Bien el extremeño. Extraordinaria brega de Rafael Viotti. Saludaron José Chacón y Luis Blázquez, tras grandes pares.

Brindó Sebastián a Chacón y la emoción recorrió el rostro del ‘Plata de Ley’. Comenzó Castella con mando y exigencias -por abajo- genuflexo, imprimiendo criterio y suavidad a cada precioso muletazo. Otra siguiente a derechas cosiendo la embestida para ligar con muchos argumentos. Sonó la música. Le cogió los pitones para pasajearlo con toreo vertical y muy templado. Mejor a izquierdas -corrigió las embestida inicial en línea- para llevarlo largo y enroscado hasta el final de la cadera. Apretó Sebastián a su antagonista en una serie a zurdas donde el natural surgió en su mayor expresión. Un epílogo por Bernardinas y varios cambios de manos con pases de la firma rubricaron una gran faena. Lástima el pinchazo antes de la estocada -hasta la empuñadura- y oreja a un gran Castella con un importante toro.

“Casero”, de Victoriano del Río, segundo de la tarde cuando caía en ese momento una hora de festejo. Un toro largo, muy lejos del suelo de los cuartos traseros, con  cuello pero sin estridencias de pitones. Talavante lanceó con garbosidad en un recibo corto con dos verónicas por cada pitón. Surgieron con mayor fuste las del izquierdo por donde el astado hecho la cara abajo y buscó los vuelos del engaño con ahínco, al contrario que por el derecho donde su viaje fue en rectitud. Dos varas -con un toro buscando oxígeno- y algunos presentes protestando por ello. Quite de intenciones de Roca Rey con demostración capotera. Miguel Murillo y Manolo Izquierdo saludaron tras pares comprometidos. Quietud, verticalidad, en un inicio por alto con enérgicos pases y absoluta frialdad de un público que no se enteró de lo visto. La siguiente tanda a izquierdas más allá del tercio la acusó un derrengado astado con los cuartos tambaleantes. Las dos velocidades que mostró “Casero” las unió en una  embestida sosa a pesar de la movilidad. Alejandro afanoso se justificó ante tan deslucido animal. Estocada casi entera trasera. Silencio.

“Maleado”, de Victoriano del Río, castaño bragado que manoseó claramente de inicio desentendiéndose de los estímulos. Sin embargo, el mansito estaba muy bien echó con manos cortas y acucharado de pitones al que Roca Rey le endosó dos chicuelinas -sorpresivas- que nadie esperaba y que fueron muy jaleadas. Se najó de varas y fue picado en el que hace la puerta con un galope huidizo muy fuerte. Un manso en todos los tercios. Tuvo disparo el tercero en las primeras arrancas  -se iba pero volvía- desafiante ante la transparente muleta de Andrés Roca Rey. Un impacto que fue perdiendo a medida que la labor se desarrollaba. Este no quería distancias cortas pero si abría los terrenos se quería marchar a tablas. En conjunto Roca Rey a medio gas ante un antagonista que se secó muy pronto y que ayudó en nada. Estocada baja. Silencio.

 

 

“Digno”, de Victoriano de Río, segundo del lote de Castella. El cuarto un toro limpio de cabos, largo y ligeramente veleto al que Sebastián veroniqueo con equilibrio. Se dosificó en varas sin meter las cuerdas y posteriormente profesional José Chacón en la lidia. Brindis a Sevilla. Eclosión en la primera tanda con un Castella muy metido y elocuente en su trasteo imperial. La serie de derechas fue extraordinaria con un toro metiendo la cara abajo y buscándola fijamente. Muy serio el francés que fue desplegando un toreo asentado, firme, tecloso -por las disparidad- templado y mandón. Estatus de figura y rotundidad al cimentar una faena in crescendo y de enorme mérito por su transmisión y verdad. Las series -aguantado y tragando- miradas, parones, protestas y arreones de un toro con mucho carácter nada fácil al que Castella sometió con mucha exigencia y un toreo poderoso. Naturales de extrema hondura y derechazos aquilatados. Faenón por su dimensión y alcance que refleja la sensacional figura que es el francés y que por fin entró en su Sevilla. Arrimón sincero de Castella, exponiendo los muslos. Dos orejas que le abren -junto a la anterior- la Puerta del Príncipe. 

“Barbuquejo”, de Toros de Cortés, más basto que los anteriores con el  que no hubo relevancia en el saludo. Una suerte de varas de trámite. El quinto no planteó facilidades y Talavante tiró de oficio para suplir las carencias de su antagonista. Un trasteo sin mayores donde desistió pronto ante un deslucido ejemplar. Silencio.

El sexto fue otro toro con cierta nobleza, pero de embestidas desiguales, un astado que quiso más que pudo por su justeza de fuerza. Un astado que no se entregó de salida, llegando a la muleta con poca mecha. Roca comenzó ayudándolo, toreando por alto en un inicio de faena pegado a tablas. Las primeras tandas fueron limpias, siembre buscando torear en línea recta para no afligir a un toro muy medido de todo. Acertó en llevarlo a media altura, en no exigirle y buscar el muletazo hacia tablas para que este ganara en largura. Por el izquierdo el toro tampoco acabó de romper, dejando el peruano muletazos con buena intención pero sin la ligazón necesaria. Conectó más y mejor cuando acortó distancias, ahí entró más una parroquia que lamentaría los pinchazos dados por un toreo que se atascó en la suerte suprema. Con nobleza pero muy venido a menos en desrazado sexto y palmas para la voluntad de Roca Rey con el parado sexto.

 

Plaza de toros de la Maestranza de Sevilla. Toros de Victoriano del Río (1º bis) y Toros de Cortés (5º) para Sebastián Castella, Alejandro Talavante y Roca Rey. Lleno de "no hay billetes".

Ficha del festejo:

Sebastián Castella: Oreja y Dos orejas. 

Alejandro Talavante: Silencio y Silencio. 

Andrés Roca Rey: Silencio y Palmas.

Incidencias

Se han desmonterado tras lucirse en banderillas José Chacón y Luis Blázquez en el 1º y Miguel Murillo y Manuel Izquierdo en el 2º. 

Sebastián Castella ha salido a hombros por la Puerta del Príncipe.

 

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