La terna a hombros en Lucena del Puerto

Nueve orejas se han cortado en una tarde donde los diestros y el rejoneador onubense dejan buen sabor de boca ante un ganado de juego irregular

Tarde de menos a más en la localidad onubense de Lucena del Puerto. Este municipio, conocido por ser donde se celebra la primera corrida en España, volvía a celebrar su tradicional fiesta taurina. Este año, con el incentivo de ser un festejo y no un festival como en los últimos años.

La meteorología, culpable de no haberse celebrado en fechas previstas, dejaba la tarde en una sensación desapacible. Nubes, algunas gotas y el viento no terminaban de crear las condiciones para disfrutar de la tarde. Sin embargo, el sol salió y la banda de música daba inicio a la tarde.

Lama de Góngora recibía al primer Osborne de la tarde. Toro muy noble y justo de fuerzas que no ofrecería mucho juego. Sutiles pero notables lances de capote, que hicieron sonar los primeros aplausos. En la muleta, el torero tendría que trabajar una faena que acabó siendo de menos a más, aunque tuvo que cuidar la muleta a media altura para que el astado no se fuese de manos. Lama de Góngora buscaba exprimir a su oponente y terminó por sacar buenos muletazos. Estocada certera y dos orejas en el primero de la tarde. 

Menos suerte para Alejandro Conquero en su segundo. Si el primero no tenía fuerzas a pesar de su nobleza, nulo sería el juego del segundo. No ofreció lances de capote, y viendo que se iba al suelo de forma recurrente, optó por darle muerte sin demoras.

Tercero de la tarde, primer Soto de la Fuente para Andrés Romero. Oportunidad para ver las jóvenes y futuras promesas de la cuadra del rejoneador. Su rival, un suficiente astado justo de fuerzas que poco permitió al onubense. Logró plasmar detalles en banderillas que dejaban patente la entrega del rejoneador premiado con una oreja.

Pasado el ecuador de la tarde, el festejo tomaría otro color. Mejor que el primero fue el cuarto, aunque nada destacable. Fue un toro para entender y volcar esa experiencia que te hace triunfar ante toros complejos. Góngora le dio el tiempo necesario para poder plasmar notables y profundos derechazos, ya que su faena predominó por el pitón derecho. La paciencia y la entrega del diestro sumaron otras dos orejas a su recién inaugurada temporada tras estar certero con el descabello.

En el segundo de su lote, la suerte le sonreía a Alejandro Conquero. No hay quinto malo. Y, en Lucena, se corroboró. Por toriles salía Volatero, toro bravo de Osborne que devolvía la ilusión a los tendidos de Lucena tras la primera parte de la tarde. Tan notable serían las sensaciones con el astado, que Conquero se atrevió con unas chicuelinas. En la muleta, Alejandro se lució por ambos pitones. El toro demandaba muletazos más profundos, aunque el diestro buscaba un toreo más reunido. Estocada algo caída y acertado con el descabello que le valieron dos orejas.

Cerraba plaza Destinado, un bravo y colaborador Soto de la Fuente con el que Andrés Romero permitió sacar esa garra tan característica del rejoneador. Lo paró brillantemente en los centros del ruedo con el toro cosido a la grupa del caballo en un interminable pero admirable galope. En banderillas, Andrés creo un binomio con Fuente Rey para el deleite de los tendidos. Cambios a la grupa en un mínimo espacio entre toro y tablas que hacían levantar los olés de los tendidos. La conexión con el público era total. No dejó que decayera el ambiente con Farrugia y las banderillas cortas, que colocó notablemente reunidas.
Romero exprimió tanto a su oponente y quiso ofrecer tal espectáculo, que el cierraplaza acabó rendido. Lástima que la guinda del rejón de muerte acabara por derribar al animal de un espinazo tras dos pinchazos. Sin embargo, los tendidos supieron apreciar la faena en su conjunto con dos orejas al rejoneador de su tierra.

Plaza de toros de Lucena del Puerto (Huelva). Corrida mixta. Toros de Soto de la Fuente para rejones y de Osborne para el rejoneador Andrés Romero, Lama de Góngora y Alejandro Conquero. Media entrada.

Ficha del festejo:

Andrés Romero: oreja y dos orejas

Lama de Góngora: dos orejas y dos orejas

Alejandro Conquero: silencio y dos orejas