Oreja a la raza de Borja Jiménez

A la afición valenciana no le gustan demasiado las corridas con dos hierros diferentes. Y, a tenor del resultado de la novena de la feria fallera, la razón parece estar de su parte. No es descabellado pensar que cualquier ganadería de postín debería tener seis toros para la primera feria de categoría de la temporada. Para esta función se anunciaron toros de Juan Pedro y del Puerto de San Lorenzo (uno con la divisa de La Ventana del Puerto). Domecqs y Atanasios. Distintos encastes y desigual presentación. De mejor trapío los de Juan Pedro. 

Se mostraron dispuestos los tres matadores, cada cual con su estilo y personalidad, pero los tres se estrellaron contra el muro del descastamiento en unos casos, y contra el mal uso de los aceros en otros.

Cayetano realizó dos inicios de faena distintos al que abrió la tarde. Uno en terrenos tradicionales muy molestado por el viento, y otro justo en la parte opuesta de la plaza sentado en el estribo para luego hincarse de rodillas que llegó con fuerza a los tendidos. No le incordió el viento y ahí le planteó una labor ligada y comprometida, muy enfibrado, con pasajes de mano baja y enroscándose las embestidas del Juan Pedro. Una tanda de molinetes de rodillas acabó de poner al respetable de su parte, pero falló en el primer intento de estocada y perdió opción a premio. 

El violento calamocheo del cuarto, que además se quedaba corto, desbordó a Cayetano que se vio imposibilitado para hilvanar dos muletazos consecutivos.

Despacio, muy despacio toreó a la verónica Juan Ortega al primero de su lote. Con alma y compás, gustándose, meciendo el capote con gracia y sentimiento. Muleta en mano puso todo su empeño, pero el astado no se tragaba más de tres pases sin protestar, impidiendo el temple y descomponiendo la voluntad del sevillano.

Se quedó muy corto de salida el quinto y rebrincado embistió en el último tercio, defectos que el torero intentó corregir con determinación y exposición, pero que acabaron frustrando cualquier atisbo de lucimiento.

Por doblones, alguno rodilla en tierra, así inició su quehacer Borja Jiménez al tercero para, a continuación quedarse clavado a la arena e ir desgranando un trasteo presidido por el ajuste, primero muy firme y después con el compás más abierto. Franela abajo con la diestra y más profundo al natural, siempre seguro y mandón. Variado y valiente para finalizar. La estocada dio paso a la petición unánime de oreja.

Pareció renuente a seguir las telas el que cerraba festejo, pero la determinación del de Espartinas, obligándole a romper para adelante, provocó que no tuviera más remedio que embestir. Fue determinante la colocación, en ?la corta distancia y cruzado, y la autoridad presentándole las telas en el hocico, con seguridad y mando, metido entre los pitones. Asustó al miedo, llegó a recular el toro, rugió la plaza. Pero la media estocada no fue suficiente y perdió la puerta grande.

Plaza de toros de Valencia. - Noveno festejo de la feria de Fallas. Casi dos tercios de entrada. Toros de Juan Pedro Domecq,(1º encastado, 2º y 6º deslucidos), Puerto de San Lorenzo (3º encastado y 4º complicado) y Ventana del Puerto (5º desrazado). 

Ficha del festejo:

Cayetano, saludos y silencio

Juan Ortega, saludos y palmas

Borja Jiménez, Oreja y vuelta al ruedo

Fotos: @enfoquetaurino