VALDETORRES DEL JARAMA
La terna a hombros en Valdetorres del Jarama
La terna se repartió un total de siete orejas en una tarde festiva en los tendidos



































Bajo el radiante sol pero fresca de una tarde de primavera, Valdetorres del Jarama se engalana para recibir a tres maestros del toreo, Diego Ventura, Fernando Adrián y Marco Pérez. Con las gradas rebosantes de expectación, el ruedo se convierte en el escenario donde la destreza y la pasión se funden en un único instante de bravura y emoción.
1º.- Con la mirada fija en el imponente astado Diego Ventura avanza hacia el centro del ruedo, con la grada expectante ante cada movimiento. El toro, imponente y vigoroso, despliega su bravura en una lidia que fluctúa entre la intensidad y la calma. Mientras el sol acaricia la arena, el fresco viento de la tarde se cuela entre los aplausos del público. Es entonces cuando Diego, con maestría, hace gala de su destreza, destacando con espectaculares banderillas cortas montado en su fiel compañero, Mezcal. El ruedo se convierte en un escenario donde la destreza y la valentía se entrelazan. Sigue con dos rosas muy ajustadas. Rejonazo en todo lo alto. Oreja en el primero de la tarde con fuerte petición de la segunda.
2º.- Con la expectación en su punto álgido, Fernando Adrián entra en el ruedo, recibido por una ovación que resuena entre los muros de la plaza. Las verónicas, impregnadas por el viento que danza entre los tendidos, dan inicio a una actuación que promete ser memorable. El segundo astado embiste con bravura, pero es la destreza del diestro y la maestría de su cuadrilla lo que se lleva el aplauso del respetable. Marcos Prieto realiza un par de banderillas magistrales, ajustadas y en lo más alto, que desatan la euforia entre los presentes. La faena comienza con un gran inicio por el pitón derecho, acariciando el delirio del público, al son de la música que acompaña cada movimiento. Fernando Adrián despliega su arte en el ruedo, ligando tandas profundas por ambos pitones, haciendo vibrar los corazones de los presentes con cada pase, en una tarde que promete ser inolvidable. Desplantes de figura del toreo. Acaba la faena con una tanda por manoletinas. La espada le priva de triunfo. Ovación.
3º.- Entra en escena Marco Pérez, el joven novillero ansioso por dejar su huella en Valdetorres. El murmullo de la multitud es ensordecedor, reflejando el fervor y la expectativa que despierta su actuación. Con determinación y pasión, Marco se enfrenta a un novillo que, aunque ha ido perdiendo fuerza, desafía con su bravura. Con temple y destreza, el novillero despliega una faena que destaca por su elegancia y buen gusto, mostrando dotes que auguran triunfos en cualquier plaza que pise. Entre el rugir del público, se suceden una serie de pases magistrales, comenzando con una tanda por la espalda que arranca aplausos y admiración. Con un espadazo en todo lo alto, Marco Pérez sella su actuación con una oreja en el esportón, ganándose el respeto y la admiración de todos los presentes en Valdetorres del Jarama.
4º.- Diego Ventura vuelve al ruedo para enfrentarse a su segundo toro de la tarde con determinación y maestría. Con un rejón de castigo preciso, marca el inicio de una actuación que promete ser memorable. Montado en su caballo, ejecuta cada lance con la precisión y elegancia que lo caracterizan, arrancando los aplausos y los oles de la plaza. Las banderillas al quiebro que coloca son espectaculares, desatando la admiración de los presentes. En un momento de destreza única, quita la cabezada al caballo y continúa su actuación, poniendo banderillas con una habilidad que roba el aliento a la audiencia. Es un espectáculo de maestría y valentía que deja claro por qué Diego Ventura es uno de los grandes del toreo a caballo. Por no decir el mejor rejoneador. Un espectáculo cerrado con un rejón de muerte en todo lo alto. Dos orejas para abrir la puerta grande de Valdetorres.
5º.- Fernando Adrián se enfrenta al quinto toro de la tarde con el firme propósito de dejar una marca imborrable en la memoria del público. Sus verónicas al recibir al astado son un espectáculo en sí mismas, dibujando el arte del toreo en el aire. Con un gesto de gratitud, brinda al alcalde José María, el arquitecto de este memorable evento, cuyo ejemplo debería ser seguido por muchos. Recibe al animal de rodillas y con la muleta por la espalda, mostrando su valentía y entrega absoluta. A partir de ahí, despliega una serie de tandas de naturales profundamente sentidos, que el público aprecia y admira. Es una lección magistral de cómo torear a un noble animal, llevando a cabo una actuación que lo eleva a las dimensiones de un verdadero figura del toreo. Espadazo en todo lo alto. Dos orejas.
6º.- Marco Pérez pone el broche final a la tarde con un emocionante recital de verónicas y un soberbio quite por chicuelinas. La cuadrilla realiza una impecable labor picando al astado. Al recibir al toro con estatuarios, Marco muestra su temple y valor, permaneciendo inmóvil con los pies juntos. Con tandas por ambos pitones, el joven torero despierta la euforia del público, que aplaude con fervor cada muletazo. Con determinación, Marco busca exprimir al máximo las cualidades del toro, prolongando la faena en un espectáculo que deja a todos los presentes con el corazón en un puño. Termina la faena con naturales. Oreja.
Valdetorres de Jarama (Madrid).- Corrida Mixta de Los Espartales, Domingo Hernández y Los Eulogios para Diego Ventura, Fernando Adrián y Marco Pérez. Tres cuartos de entrada.
Ficha del festejo:
Diego Ventura, oreja con fuerte petición de segunda y dos orejas
Fernando Adrián, ovación y dos orejas
Marco Pérez, oreja y oreja
Fotos: Chema Urueña
