FESTEJOS
Triunfo rotundo de Roca Rey en la corrida de Brihuega
La plaza de toros de Brihuega se rindió ante el arte y la valentía de Roca Rey, quien protagonizó una tarde inolvidable junto a los destacados Morante de la Puebla y José María Manzanares, dejando al público extasiado y conquistando la gloria en una emocionante corrida taurinaEl sol del atardecer ilumina la arena dorada de la plaza de toros de Brihuega, creando un ambiente mágico para la corrida que está a punto de comenzar. El murmullo de la multitud se mezcla con el sonido de las campanas de los toros que esperan en el toril. Los aficionados aguardan con impaciencia, ansiosos por presenciar el arte del toreo en su máximo esplendor.
En el callejón, los toreros se preparan con serenidad y determinación. Morante de la Puebla ajusta su montera con elegancia, Manzanares revisa el filo de su espada con meticulosidad, y Roca Rey, con su mirada fiera, visualiza cada movimiento que ejecutará en el ruedo.
El clarín resuena, anunciando el inicio del espectáculo. La puerta del toril se abre lentamente, y el primer toro irrumpe en la arena, imponente y poderoso.
Con el capote desplegado, Morante de la Puebla recibe al toro con un saludo capotero lleno de elegancia y temple. Los primeros oles estallan en la plaza mientras el torero ejecuta verónicas cargadas de arte y maestría. Con la muleta en mano, Morante entra en el ruedo con paso firme y determinado. Los destellos de su toreo brillan con intensidad, hipnotizando al respetable con estilo único. Con elegancia y torería, abrevia su faena dejando un aroma a arte y pasión en el aire. Espadazo y oreja en el primero.
Manzanares, con su estilo puro y clásico, se enfrenta al toro con serenidad y temple. Con la muleta en mano, el torero realiza pases lentos y profundos, llevando al animal en un ballet de elegancia y armonía. Con cada muletazo, Manzanares demuestra su maestría y dominio del arte del toreo. Su toreo despacio transmite una sensación de calma y control, mientras el toro responde aumentando su bravura y nobleza con cada embestida. El toro, que ha ido de menos a más, se entrega por completo a la maestría del torero, permitiendo que la magia del toreo fluya en una tarde inolvidable en Brihuega. Espadazo. Oreja.
Roca Rey, en el tercero de la tarde, sorprende al respetable al recibir al toro con un saludo capotero ejecutando verónicas llenas de temple y gusto, arrancando los primeros aplausos y olés de la tarde. Posteriormente, realiza un espectacular quite con un repertorio de pases, incluyendo chicuelinas, demostrando su destreza y valentía ante el toro.
Para iniciar la faena de muleta, Roca Rey se arrodilla en el ruedo, desafiando al animal y mostrando su temeridad. Con un muletazo tras otro, el torero se pasea por la espalda del toro, entre los gritos de admiración y emoción del público. La faena continúa con Roca Rey completando una serie de muletazos por ambos pitones, mostrando su capacidad técnica y su conexión única con el toro. Cada pase es ejecutado con precisión y entrega, cautivando a todos los presentes con su torería y arrojo en el ruedo de Brihuega. Espadazo y dos orejas.
En el cuarto toro de la tarde en Brihuega, la plaza se llena de expectación mientras los aficionados aprovechan para sacar sus bocadillos y reponer fuerzas. Sin embargo, Morante de la Puebla decide no quedarse atrás y muestra su destreza en la brega con destellos de maestría.
Durante la faena, Morante intenta destacar con dos tandas de muletazos por el pitón derecho, buscando expresarse artísticamente en el ruedo. Sin embargo, el toro no le permite desarrollar su tauromaquia como desearía, interrumpiendo sus intentos con embestidas bruscas y desordenadas. A pesar de las dificultades, Morante demuestra su temple y valentía, manteniendo la compostura y tratando de encontrar momentos de lucidez en la embestida del toro. Aunque el animal le haya impedido brillar completamente, el público reconoce el esfuerzo y la entrega del torero, que no se rinde ante las adversidades en la plaza de Brihuega. Petición leve de oreja. Ovación.
En el quinto toro de la tarde, José María Manzanares se enfrenta a un toro sin trapío, que no muestra la imponente presencia característica de la corrida. A pesar de la falta de fuerza y nobleza del animal, el alicantino se mantiene firme y decidido en el ruedo.
Manzanares logra sacarle dos tandas de muletazos, una por cada pitón, mostrando su maestría y técnica incluso ante las dificultades presentadas por el toro. Con elegancia y temple, el torero trata de encontrar los momentos adecuados para expresarse artísticamente en la arena de Brihuega. Sin embargo, a pesar de su esfuerzo y entrega, la espada le priva del triunfo deseado. Aunque Manzanares ha demostrado su habilidad y valentía en el ruedo, el fallo con el acero impide que pueda obtener la recompensa merecida por su actuación. Aun así, su profesionalismo y temple quedan patentes ante el respetable público que reconoce su esfuerzo en cada lance. Silencio.
En el último toro de la corrida de primavera en Brihuega, la lluvia ha respetado, permitiendo que el público disfrute de una tarde taurina sin contratiempos climáticos. El toro es para el peruano Roca Rey, quien es el gran aliciente de la tarde y genera gran expectación entre los aficionados.
Desde el inicio, Roca Rey muestra su dominio del arte de la tauromaquia, destacando especialmente en la brega, deleitando al público con su destreza y solvencia. Sin embargo, al entrar al caballo de picar, el toro sorprende al romper la garrocha de picar, añadiendo un elemento de peligro y emoción a la faena. Una vez en la muleta, Roca Rey descalza sus zapatillas, mostrando su valentía y determinación ante el toro. A pesar de la situación, el torero ejecuta muletazos profundos y de gran dimensión, demostrando su maestría y entrega en el ruedo de Brihuega.
El público, ansioso por presenciar la maestría del peruano una vez más, aplaude y anima cada lance de Roca Rey, reconociendo su talento y valentía. Con su actuación, Roca Rey deja una huella imborrable en la tarde taurina de Brihuega, demostrando por qué es uno de los toreros más destacados de la actualidad. La espada le priva del triunfo. Ovación
Brihuega (Guadalajara).- Corrida de la Primavera. Reses de Hnos. García Jiménez y Olga Jiménez para Morante de la Puebla, José María Manzanares y Roca Rey. Lleno.
Ficha del festejo:
Morante de la Puebla, oreja y ovación con leve petición
José María Manzanares, oreja y silencio
Roca Rey, dos orejas y ovación
Incidencias: El festejo empezó con veinte minutos de retraso debido a la gran afluencia de público en los accesos.