David de Miranda se sube al trono de Sevilla
Extraordinario encierro de Santiago Domecq en Sevilla que ha propiciado un grandioso triunfo de David de Miranda tras cuajar la faena soñada a "Tabarro" y cortarle las dos orejas. Gran dimensión de José Garrido, que ha paseado una oreja, y entrega total de Leo Valadez1º Nº 68 “Saleroso” al primero lo recibió José Garrido a portagayola, limpia sin mayores, y posteriormente unas verónicas con son y metiendo el abreplaza muy bien la cara por el izquierdo. Hubo compás con el percal. Una vara chiqueros y otra a contra querencia. Una suerte medida. Entró en liza David de Miranda para construir un quite por gaoneras de mucho fuste y ajuste, para rematar con una revolera de altura. Una declaración de intenciones extraordinaria aunque el público se mostró algo frío. Brindis público y sigue el público gélido.
Mostró buena condición -clase- metiendo la cara abajo con obediencia y nobleza. Garrido a la segunda tanda había arrancado la música -todo en el tercio- después de interpretar un toreo sentido. El extremeño se las vio con un animal que embistió con temple, lo que aprovechó para comenzar una labor artística y pinturera. Tal vez, el viento fue el causante de no sacarse al toro a los medios pero allí en esos lares hubiera lucido aún más su buen trasteo. El epílogo por manoletinas tuvo mucho sabor. Estocada y oreja. Gran ovación al toro.
2º Nº 08 “Diestro” bonito toro por hechuras y conformación de pitones que, se lo pensó por el izquierdo antes de repetir la embestida al percal. Miranda conjuntó un recibo por verónicas y delantales de gusto, ganando terreno hasta llegar a la boca de riego. Dos varas en las que el toro no se emplea. Castigo medido y quite de Valadez sin demasiado lucimiento. Un segundo que durante la lidia acometió empestiñado sin demasiada entrega. Replica del onubense por tafalleras con conciliación. Brindis público en los medios. Torerísimo el inicio de faena -ante un reservón- con la pierna genuflexa donde se sintió el toreo y le abrió los caminos. Lo sacó a los medios -sin importarle el viento- para enjaretar embestidas con transmisión, algunas con la cara arriba y otras muy humilladas.
Con todo, la faena tuvo mucha intensidad y profundidad con un toreo de ligazón y emoción. A izquierdas los naturales fueron de hondura y profundidad suprema. Miranda toreó con los vuelos y verticalidad, girando los tobillos -enterrado en el albero- y dándole de comer en el hocico. El de Trigueros muy metido en su obra, estuvo inteligente al cambiarlo de terrenos -algo más abrigado- entre el tercio y los medios, para pasajear allí, por ambos con determinación y torería. Acortó distancias para mandar y obligar a su astado que tuvo carbón dentro -y una miradita pensadora en bravo- para ir detrás de una muleta presumida y llena de seguridad. Faena que terminó como empezó -torerísima- por eso lo es por bajo y profundidad en cada muñecazo. Un Miranda inexpugnable se jartó de torear a su colaborador astado. Espadazo en buen sitio que presagió el triunfo pero se la tragó el toro y hubo que descabellar y aviso. Ese impasse le hizo perder el premio el apéndice que era de justicia. Gran ovación al toro y al torero.
3º Nº 37 “Listillo” un colorado al que Valadez recibió a portagayola con vibración. Un buen recibo capotero precedió a una suerte de varas justa. En la lidia no terminó de definirse y llegó al último tercio con incertidumbre. El mexicano brindó a El Juli una faena donde tiró líneas componiendo en la estética pero aquello careció de enganche con el respetable. Tuvo nobleza el tercero pero sin embargo una acometida indiferente sin perder nunca el hilo de la muleta. Susto para Leo con una voltereta muy fea sin mayores consecuencias que el tremendo susto. Otra más al entrar en la suerte suprema y nuevamente el corazón encogió de los presentes. En resumen faena por ambos pitones sin calado en los tendidos por la falta de conjunción. Silencio.
4º Nº 01 “Coronado” Serio que tras los primeros compases capoteros pareció tener algo en la vista. Pronto en varas se destapó un precioso tercio por parte de Aitor Sánchez y toro embistiendo con prontitud y bravura. Bonito quite de Garrido por delantales y réplica de Miranda por tafalleras muy ceñidas y de enorme exposición.
Rompe el toro con chispa a embestir y a buscar la pañosa por abajo con poder y transmisión lo que aprovechó José Garrido para darle fiesta por el derecho. Por ahí, su toreo tuvo giros y continuidad con algún desajuste por tropezar la muleta pero por el inverso el natural viajó con garbosidad. Una faena sin explosionar del todo pero con buenos momentos. La espada no estuvo acertada. Ovación y al silencio al toro.
5º Nº 30 “Tabarro” apretado el astado que repitió en el saludo a la verónica. Cadencia con la tela rosa y empaque en la media de David de Miranda. Se midió bien el castigo en sus dos entradas. Apostó de inicio -impávido- a pies juntos y una arrucina tan ajustada como la salida de un palio. Un inicio de faena cumbre, como a la postre fue su labor. Extraordinario, sublime, magistral, sensacional…y todo lo que el diccionario resume por tan inolvidable obra. "Tabarro" embistió con bravura y dulzura, pero enfrente tuvo un torero que hizo soñar el toreo a la Maestranza. Se rompió y de qué manera Miranda toreando con exquisito temple y ligazón, con expresión, muy para él, sintiendo todo lo que hacía, conduciendo al animal con las muñecas hasta el final del viaje. Mano baja y verticalidad en series dormidas con un temple descomunal. Tandas enormes, plenas de sentimiento y entrega con un torero desmayado, roto, absorbido por su quehacer y las gargantas rotas de una Sevilla pasional como una novia en su altar. Olés secos de una Maestranza que acompañó cada excelso muletazo. A izquierdas, se firmaron los mejores naturales que cualquier aficionado pueda imaginar.
De Miranda redujo a su buen ejemplar al son del tiempo -lo detuvo y retuvo- cual muñeca rota que regó de profundidad hasta la marisma rociera. El onubense absorbió hasta la Giralda en una obra de categoría especial ante un toro que hizo descubrir a un torero que quiere el trono de Hispalis. Tanto que Sevilla pidió el indulto hasta la saciedad por bravura y por un faenón que las retinas que lo presenciaron jamás olvidarán. Dos orejas rotundas y borrachera de toreo por parte del triguereño. Se volcó tanto que salió herido del trance pero se negó a ir a la enfermería.
6º Nº 114 “Dormido” Vistoso quite por zapopinas de Leo Valadez al sexto. La tarde se ha cerrado con otro toro magnífico, con unas condiciones soberbias de clase, nobleza, fijeza..., que ha puesto la guinda al sensacional encierro lidiado hoy en Sevilla por Santiago Domecq. Leo Valadez ha firmado una labor ante todo templada y reunida, con el animal algo rajado al pasarse de faena el diestro azteca. Medio espadazo y descabello. Silencio.
Real Maestranza de Caballería de Sevilla (Sevilla).- Segundo festejo de la pre-feria de Abril, tercero de abono. Media plaza con ligero viento. Toros de Santiago Domecq para José Garrido, David de Miranda y Leo Valadez.
Ficha del festejo:
José Garrido, una oreja y ovación al toro y ovación y al silencio al toro.
David de Miranda, ovación y dos orejas
Leo Valadez, silencio y silencio
Fotos: Arjona
