SAN ISIDRO 2024
Borja Jiménez se sobrepone al atraco y sale por la puerta grande
Oreja y dos vueltas al ruedo en su primero tras negarle el palco la segunda oreja, y oreja en su segundo. Emilio de Justo y Roca Rey fueron silenciados en sus lotes
El derroche de capacidad de Borja Jiménez quedará ya marcado para la historia en la tarde de ayer, con el gran segundo toro de la tarde de nombre “Dulce” quien endulzó la tarde (valga la redundancia) consiguió alcanzar las cotas más altas de toreo en la Feria de San Isidro. La faena puso de acuerdo a las 23000 almas que ocupaban los tendidos, pero solo una persona (el presidente) quiso robar el protagonismo a Jiménez, y también al toro reduciendo el premio a una sola oreja y “olvidándose” de la calidad del buen Victoriano al que no le sacó el pañuelo azul.
Muchas veces nos pensamos muy poco la petición del indulto cuando un toro es capaz de embestir como lo hizo “Dulce”, pero que poquitas veces nos acordamos de las vueltas al ruedo. Premio muy importante que hace honor a la calidad del animal que ayer entregó su bravura, casta y raza en el albero venteño y nadie se acordó de él cuando fue arrastrado. Una pena, pero así está el toreo. O indulto o nada, ya no existe aquello de la vuelta al ruedo.
Roca Rey dejó patente su compromiso de figura, aunque eso sí, con un ambiente enrarecido en los tendidos como viene acostumbrando cada vez que el peruano hace el paseíllo en Madrid. Por otro lado, Emilio de Justo bailó con la más fea y tuvo que hacer frente a un lote desigual en el que fue silenciado.
A la puerta se fue Borja Jiménez para recibir al segundo con una portagayola muy limpia que ligó con delantales y chicuelinas muy templadas rematando con una bonita media desafiando al viento. Humilló empujando el Victoriano en los dos pasos que realizó por el jaco. Desde los medios quitó Roca Rey con varias saltilleras y una revolera.
Brindó al respetable Borja, y comenzó sacándose al toro por bajos genuflexos hasta la segunda raya del tercio. El burel se dio un tremendo volatín, pero no pareció afectarle pues fue este un animal extraordinario del hierro de Guadalix pronto y alegre en sus embestidas que siempre fue a más. Borja se sobrepuso al viento venteño y estuvo sublime toreando con temple gusto y ajuste por ambos pitones. Brilló por el pitón zurdo del toro, donde dejó extraordinarios muletazos al natural repletos de temple en los que el pulso del torero y la casta del toro hicieron rugir los tendidos venteños. Mató de una estocada y el toro tuvo muerte de bravo tragándose la muerte hasta el final. Pidió el público las dos orejas con insistencia y el presidente quiso tomar el protagonismo de la tarde y sólo le concedió una peluda robándole la segunda oreja y la vuelta al ruedo al de Victoriano. Bronca muy fuerte al palco, de las más asombrosas que recuerda un servidor.
Nada más asomar por el burladero Borja Jiménez fue ovacionado por el cariño madrileño y se fue a la puerta a recibir por una portagayola al quinto de la tarde al que lo ligó por verónicas rematando con una media desde el centro del ruedo. Mostró su falta de fuerzas el toro cuando Borja llevó al animal por chicuelinas al primer puyazo, y perdió las manos. Se le cuidó en sus dos pasos por el caballo y el toro se echó. Lo aguantó el presidente hasta banderillas, pero finalmente sacó el pañuelo verde. Devuelto
Volvió de rodillas a la puerta a recibir al sobrero de Torrealta Borja Jiménez sacándoselo a los medios por verónicas dos chicuelinas y una buena media a pies juntos. Se arrancó el toro al caballo de picar al relance, pero no peleó en sus dos encuentros con el jaco.
Hizo rugir ya a los tendidos Borja con la suavidad con la que se sacó al toro de tablas. Dejó una trinchera de cartel antes de dibujar una labor de mucho poder bajándole la mano por ambos pitones y conjugando una faena completa corriéndole la mano hasta el final del embroque en cada pase que dio. Apretó al toro aprovechando las inercias del Torrealta al que le faltó casta, pero tuvo movilidad. Los destellos más bonitos fueron en los inicios, pues después fue bajando el diapasón de la faena por las condiciones del animal Mató al segundo intento y el presidente buscó arreglar el mangazo de la oreja en su primer toro, y le concedió una oreja que le abrió la puerta grande plantando cara al atraco en su primero. Palmas al toro en el arrastre.
Suelto salió este primero de Victoriano del Río, que solo se dejó dar dos lances a la verónica en el capote de Emilio de Justo antes de que saliese el del castoreño para recetarle un primer puyazo trasero en el que el toro metió los riñones, y un segundo en el que el toro no quiso pelea y huyó. Quitó por chicuelinas muy ceñidas Borja Jiménez. Brindó De Justo en los micrófonos de OneToro, y comenzó por bajos genuflexos (el tercero fue eterno), que hicieron levantar los primeros rugidos de la tarde en el coso venteño. Basó la faena el extremeño por el pitón derecho dejando muletazos templados de mano baja. Le corrió bien la mano, pero el toro cada vez se paraba más por su falta de fuerzas y se puso más áspero soltando la cara en el final de cada muletazo y buscándole a sabiendas de lo que se dejaba atrás. Firme estuvo Emilio, que le tragó mucho al toro y siempre le buscó la ligazón ante un animal que escaseo de fuerza. Mató de una media estocada y sonó un aviso.
Un tremendo salto dio el cuarto de la tarde cuando lo fue a recibir con el capote Emilio de Justo. Andaba justito de fuerzas y fue protestado por sus hechuras de salida, pues perdió las manos antes de pasar dos veces por el caballo y era un animal por debajo del trapío de Madrid. Tras recibir los dos puyazos reglamentarios el toro siguió acusando su falta de fuerzas, y el público lo protestó. Le violentó con la cara en el quite a Borja Jiménez que lo intentó por delantales cerrando con una media, pero no lució por la condición del burel.
Brindó a los tendidos el extremeño, y sabedor de la blanda condición del toro lo cuidó dándole intervalos de tiempo al toro entre serie y serie. Destacaron las dos primeras por el pitón derecho en las que pudo dejar ligazón y profundidad. En cuanto se puso por el izquierdo, el toro ya fue otra cosa, se quedaba más corto y se violentaba echando la cara arriba en cada pase. Para finalizar la labor, volvió al derecho, pero el toro ya apenas pasaba quedándose muy corto. Pitos al toro en el arrastre y silencio.
Salió el tercero un toro más hondo y de hechuras diferentes. Echó las manos por delante en el capote de Roca Rey. Fue pronto en el primer puyazo y embistió con el pitón izquierdo. Quitó por gaoneras y fue arrollado Roca por los cuartos traseros del animal, volvió a colocarse por el mismo palo. Tras brindar a los tendidos, comenzó de rodillas con un cambiado en la espalda en que casi fue arrollado, pero se repuso y remató con un pase de pecho. Basó la faena por el pitón derecho enjaretando muletazos muy bajos y con poder por parte del peruano en una faena que se desarrolló con constantes protestas desde los tendidos. Embestía el toro recto y con disparo, pero le faltó clase al de "El Palomar". Mató de estocada. Silencio
Salió el sexto (volvimos al hierro titular) e hizo cosas de manso ya desde salida rehuyendo del capote de Roca Rey. Fue de caballo a caballo, pero apretó contra tablas en el jaco que le correspondía en suerte. A punto estuvo de tirar al equino. Brindó a López Simón, y parecía que la mansedumbre del burel había desaparecido cuando en el comienzo de faena pudo ligarle dos series de derechazos bajándole la mano y apretando. En la tercera serie el toro se rajó y se fue a las tablas. El peruano acertadamente se fue a por la espada y dejó una estocada que hizo doblar al toro en instantes. Pitos al toro en el arrastre y silencio para Roca.
Plaza de toros de Las Ventas.- Madrid. 25ª festejo de San Isidro. Toros de Victoriano del Río para la cita de la Corrida de la Cultura, duodécimo "No Hay Billetes" de la Feria de San Isidro 2024. A las 19:00h. en la Plaza de Toros de Las Ventas harán el paseíllo Emilio de Justo, Borja Jiménez y Roca Rey.
Ficha del festejo:
Emilio de Justo, Palmas tras aviso y silencio con pitos en el arrastre
Borja Jiménez, Oreja con unánime petición de segunda y oreja con palmas en el arrastre
Roca Rey, Silencio y silencio
Incidencias: Nada más asomar por el burladero Borja Jiménez fue ovacionado por el cariño Madrileño y se fue a la puerta a recibir por una portagayola al quinto de la tarde al que lo ligó por verónicas rematando con una media desde el centro del ruedo. Mostró su falta de fuerzas el toro cuando Borja llevó al animal por chicuelinas al primer puyazo, y perdió las manos. Se le cuidó en sus dos pasos por el caballo y el toro se echó. Lo aguantó el presidente hasta banderillas pero finalmente pañuelo verde. Devuelto
Fotos: Raúl Valdivielso