FERIA ANTIGUA 2024
Primera tarde en Guadalajara sin pena ni gloria
Roca Rey y Ginés Marín oreja por coleta; Manzanares silenciado en su loteLa primera tarde de la Feria de la Antigua en Guadalajara dejó momentos de calidad y esfuerzo por parte de los toreros, con Ginés Marín y Andrés Roca Rey como protagonistas. A pesar de las complicaciones causadas por el viento y un ambiente frío, ambos diestros lograron momentos de gran toreo. Ginés rozó la puerta grande con muletazos de mucho empaque, mientras que Roca Rey, fiel a su estilo, arrancó olés y aplausos con sus desplantes, aunque sin lograr una faena completamente redonda.
José María Manzanares recibió al primer toro de su lote en la Feria de la Antigua de Guadalajara con una serie de verónicas templadas y de gran elegancia. Desde el capote, el alicantino mostró su clase y técnica, con un toro que embistió con nobleza y permitió lucirse en el recibo. Sin embargo, el viento comenzó a complicar la tarde desde el principio, dificultando la precisión en cada lance. Pese a ello, Manzanares se esforzó por dejar su sello y culminó la tanda con una media que arrancó aplausos del público.
Durante la faena de muleta, las rachas de viento no dieron tregua, impidiendo que el maestro alicantino lograra la limpieza deseada en cada pase. Aun así, Manzanares puso todo de su parte, buscando por ambos pitones alargar las embestidas y templar al toro cuando el viento lo permitía. A pesar de las dificultades, el diestro mantuvo el aplomo y la entrega, arrancando momentos de calidad que el público supo valorar. La faena concluyó con una estocada efectiva en todo lo alto poniendo fin a una actuación en la que el viento fue su mayor enemigo. Silencio.
El segundo de la tarde fue para Andrés Roca Rey, el torero que despertaba mayor expectación entre los asistentes. Su saludo capotero fue breve y sin excesos, buscando medir al toro sin complicaciones iniciales. El astado mostró desde el principio una notable nobleza y disposición a embestir, pero el viento nuevamente se hizo presente, obligando al peruano a ajustarse desde el principio y a guardar fuerzas para lo que vendría con la muleta.
En la faena de muleta, Roca Rey comenzó con unos pases ajustados y poco a poco fue profundizando en cada lance. El peruano logró extraer lo mejor del toro por ambos pitones, provocando los primeros olés y aplausos del público, que incluso hizo sonar la música en reconocimiento a su entrega. El astado humillaba de manera ejemplar, lo que permitía tandas de gran calado, pero el viento, una vez más, se interpuso en su camino, impidiendo que la faena fuera completamente ligada. A pesar de las complicaciones, Roca Rey dejó momentos de enorme calidad, ganándose el favor del público en cada serie. Después de varios espadazos, le suena el aviso y acaba con un bajonazo. Silencio.
El tercer toro de la tarde, perteneciente a la ganadería de El Pilar, fue para Ginés Marín, quien salió dispuesto a dejar huella en el ruedo. Desde el principio, mostró su firmeza y disposición frente a un astado que se movía con cierta nobleza pero exigía mucho.
Con la muleta, Ginés destacó por su valentía, plantándose firme y ejecutando varias tandas con autoridad, en especial por el pitón derecho, donde consiguió muletazos de gran profundidad que elevaron la dimensión de su toreo. El público enloqueció con los desplantes de Ginés, quien transmitió su garra y entrega en cada momento. Los olés se hicieron cada vez más fuertes, y la conexión con los tendidos fue inmediata. Después de una faena que creció en intensidad, Ginés se fue con todo a por la espada, dejando una estocada en todo lo alto que hizo vibrar a la plaza. El público disfrutó cada instante de su actuación, reconociendo la gran labor del torero frente a un toro que exigía, pero que permitió el lucimiento. Oreja.
José María Manzanares, con varias puertas grandes a sus espaldas en Guadalajara, salió dispuesto a no irse del coso sin un nuevo triunfo. Desde el recibo con el capote, mostró su disposición y temple, ejecutando unas verónicas de gran empaque, cargando la suerte y rematando con elegancia. El público, consciente de la categoría del alicantino, respondió con aplausos a su impecable inicio.
En la faena de muleta, Manzanares buscó siempre la ligazón por el pitón derecho, donde logró momentos de buen toreo, pero la faena no terminó de romper ni de llegar completamente al público. A pesar de su técnica y entrega, el toro no colaboró lo suficiente para lograr una faena redonda. Sin embargo, fiel a su maestría con la espada, Manzanares culminó con un espadazo en todo lo alto, certero y fulminante, que arrancó una fuerte ovación del respetable a la hora de la espada. Silencio.
El quinto toro de la tarde volvió a poner el foco sobre Andrés Roca Rey, quien seguía despertando máxima expectación entre los aficionados. Desde las primeras verónicas, llevadas por abajo y con gran profundidad, el peruano arrancó los olés del público. Encajado y lidiando con temple, el torero dejó muestras de su dominio y conocimiento del astado, que respondió en esos primeros compases de la lidia.
Con la muleta, Roca Rey comenzó la faena con ayudados por la espalda, ejecutados lejos del cuerpo, buscando provocar la emoción en los tendidos. Sin embargo, el toro fue de más a menos, apagándose progresivamente, lo que hizo que la faena no lograra conectar del todo con el público. A pesar de los intentos del torero por mantener el interés, los pases resultaron espaciados y faltos de continuidad. No obstante, Roca Rey, fiel a su estilo, remató con varios desplantes que sí lograron arrancar el deleite del público, cerrando una faena que tuvo momentos de brillo pese a las limitaciones del astado. Oreja.
Ginés Marín cerraba la tarde con la posibilidad de cortar una oreja más y asegurarse la salida a hombros por la puerta grande del coso alcarreño. Con esa meta en mente, el torero saludó al último toro con un capotazo breve, pero eficaz, manteniendo la concentración en su objetivo. En la faena de muleta, destacó con una serie de cuatro muletazos profundos y de gran empaque por el pitón izquierdo, en los que la torería del sanluqueño brilló con fuerza.
A pesar de esos momentos de calidad, la faena no terminó de conectar del todo con el público, que parecía algo frío, probablemente por el clima que empezaba a hacerse sentir en la tarde. Aunque Ginés intentó ligar más la faena, el ambiente algo apagado y la falta de continuidad en las embestidas del toro no permitieron una conexión total. Aun así, su entrega y temple quedaron evidentes, cerrando su actuación con dignidad y manteniendo la expectativa hasta el último momento. Acabando la faena por manoletinas muy ajustadas. La espada le priva de triunfo. Silencio.
Guadalajara (Guadalajara).- Primera de la Feria Virgen Antigua 2024. Corrida de Toros de El Pilar para José María Manzanares, Roca Rey y Ginés Marín. Prácticamente lleno en los tendidos
Ficha del festejo:
José María Manzanares, silencio y silencio
Roca Rey, silencio y oreja
Ginés Marín, oreja y silencio