FESTEJOS

Torería y disposición en el festival de Requena 

Antonio Ferrera corta un rabo en un festejo triunfal al que faltó público
sábado, 8 de febrero de 2025 · 17:53

Entretenido festival a favor de los damnificados por la dana el celebrado en Requena, en el que faltó gente pero abundó la torería, sobre todo la mostrada por Manolo Carrión, todo un ejemplo de compromiso, seriedad, facultades y clarividencia más de 22 años después de su última actuación vestido de luces. Gustó también la suficiencia de Ferrera, la profundidad de Nek Romero al natural, la sorprendente madurez de Juan Alberto y la entrega de Bruno Gimeno.

Le faltó empuje al ejemplar de El Añadío y no dejó lucirse a Roberto Armendáriz de salida. Se esforzó el navarro para cabalgar a dos pistas por un instante y posteriormente para clavar banderillas al quiebro con ajuste. Mató con celeridad y a sus manos fueron a parar las dos primeras orejas del festejo.

Se sintió a gusto Ortega Cano con el capote y en los primeros compases de una faena breve que efectuó muy pegado a tablas en la que firmó varios muletazos repletos de sabor añejo. No estuvo fino con los aceros y el premio quedó en un apéndice.

En tercer lugar saltó a la arena un serio y cuajado ejemplar de Marín Lorca que nunca se empleó y que protestó cuando se le intentaba bajar la mano. Manolo Carrión estuvo firme y torero con él, sin que aparentase acusar su inactividad. Le robó magníficos muletazos por ambos pitones y se echó a matar con total verdad, saliendo prendido de fea manera. Por suerte todo quedó en un susto y las dos orejas concedidas fueron de ley.

Antonio Ferrera compartió tercio de banderillas con José Manuel Montoliu. El extremeño siempre le ganó la acción a un encastado novillo de El Álamo para acabar toreando con temple y mando, en ocasiones por abajo y con profundidad, y siempre con variedad ante un público siempre expectante. Mató con eficacia y fue premiado con los máximos trofeos.

Nek Romero volvió a evidenciar sus innatas condiciones para resolver en la cara de los animales y acabar sacándoles el máximo partido. A su ejemplar de Frías, lo exprimió por el pitón izquierdo en una labor de zapatillas asentadas y mando. Firmó naturales eternos y sentidos y acabó cortando dos apéndices.

Juan Alberto Torrijos recibió a portagayola a su antagonista de El Soldado e inició su quehacer con un pase cambiado por la espalda de rodillas en el centro del platillo. Luego, atornillado al albero, fue desgranando un trasteo de mano baja, exquisito temple y seguridad, con sobriedad y  sin aspavientos. Se tiró a matar con rectitud, pero tuvo que descabellar, y aún así se le concedieron dos apéndices.

Bruno Gimeno invitó a Ferrera a banderillear con él a un animal muy aquerenciado en tablas que no le facilitó brillar en el último tercio. El valenciano fue todo disposición, pero el de Algarra no tuvo clase y nunca repitió sus embestidas. Un epílogo muy aguerrido, en el que consiguió robarle varios circulares invertidos completos, le valió para captar la atención del público, pero luego se lio a pinchar.

 

FICHA

Requena (Valencia), 8 de febrero. Festival a beneficio de los afectados por la riada de Valencia. Poco público. Novillos de El Añadío, Manuel Blázquez, Martín Lorca, El Álamo, premiado con vuelta al ruedo, Ignacio Frías, El Soldado, premiado con vuelta al rudo, y Luis Algarra.

Roberto Armendáriz, dos orejas

Ortega Cano, oreja

Manolo Carrión, dos orejas

Antonio Ferrera, dos orejas y rabo

Nek Romero, dos orejas

Juan Alberto Torrijos, dos orejas

Bruno Gimeno, oreja

 

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