Blas Márquez se lleva el novillo y la tarde

Ignacio Sáez Mansilla, ganadero de Valdelapeña, se presentó en Valencia con un encierro noble del que sobresalieron por presentación los dos últimos ejemplares. Quizá a los cuatro primeros les faltó un ápice de cuajo para soportar mejor la lidia y dar más importancia a cuanto se realizaba ante ellos. Fue bravo el quinto, que tuvo conexión desde que salió por chiqueros y que proporcionó emoción gracias a sus incesantes embestidas. Vendió cara su muerte y se le concedió el justo premio de la vuelta al ruedo.

Con una larga cambiada de rodillas saludó al novillo que abría festejo Daniel Artazos, y de rodillas en el centro del platillo inició su faena con una primera serie en redondo ante un animal que, en principio, tenía movilidad y que se empleaba. Le desarmó en un par de ocasiones y perdió fijeza para acabar saliendo suelto e imposibilitando que el trasteo tuviese continuidad.

A portagayola recibió al segundo de la tarde Javier Fernández, que muleta en mano mostró su obsesión por torear con ajuste, siempre buscando la mejor colocación para ligar los pases sin enmienda frente a un astado colaborador que le dejó mostrar su concepto. No estuvo tan acertado con el estoque.

La justeza de fuerzas del tercero condicionó que pudiese mostrar la clase que parecía tener y que César Juste le sacó por momentos gracias al mimo, la suavidad y el temple que imprimió a su labor, sin un solo tirón ni aspaviento. Pero su pulcritud no fue suficiente para conectar con los tendidos.

Se movió el cuarto, aunque rebrincadito y sin acabar de emplearse, lo que no fue óbice para que Ruiz de Velasco exhibiera su indiscutible determinación aún cuando resultó trastabillado en varias ocasiones. No se amilanó el de Palencia y lo puso todo de su parte para aprovechar las pocas embestidas claras que regaló el de Valdelapeña. Con la espada pasó un quinario.

No se cansó de embestir el quinto, pronto y con recorrido, lo que permitió a Blas Márquez construir una faena intensa y con conexión, templada y muy ligada, por momentos con toques de variedad, por momentos con pellizco, por momentos incluso con aroma. Mató al segundo encuentro y aún así premio fue doble.

Valiente, comprometido en su colocación, muy firme ante un ejemplar repetidor pero al que le faltó acabar de pasar y de humillar. Así se mostró Asier Abadiano, que nunca perdió las buenas formas ni dejó de insistir para extraer hasta la última embestida. Mató de forma fulminante y se le otorgó un apéndice.

Ficha del festejo:

Martes 11 de marzo de 2025. Valencia, 2ª clase práctica de la Feria de Fallas. Casi 1.000 espectadores. Novillada sin picar de Valdelapeña, noble y manejable. Sobresalió el bravo 5º, premiado con la vuelta al ruedo.

• Daniel Artazos (E.T. Valencia): silencio.
• Javier Fernández (E.T. Ciudad Real): silencio.
• César Juste (E.T. Madrid): silencio.
• Ruiz de Velasco (E.T. Palencia): silencio tras aviso.
• Blas Márquez (E.T. Linares): dos orejas.
• Asier Abadiano (E.T. Huesca): oreja.

Foto: Carlos Litugo