"Puchero" , Zulueta y una tarde marcada por la mansedumbre
Una oreja de ley de Javier Zulueta salvó una tarde marcada por la mansedumbre de un decepcionante encierro de Montealto en el que se salvó de la quema el sexto, que fue un novillo bravo y que fue a más. Marco Pérez por su parte no tuvo opcionesEstuvo la tarde marcada por la falta de raza el deslucido juego del envío de Agustín Montes a Zaragoza. Defraudo el encierro de Montealto, que 'pinchó' en Zaragoza para sorpresa de todos. Se salvó de la quema "Puchero" el utrero de la jotica salió bravo como un tejón, lució en la suerte de varas y se vino arriba en la muleta de Zulueta que brilló al natural para difuminar una tarde que cubrió la mansedumbre desfondada en violencia y genio. Marco Pérez no tuvo ni mucho menos el debut soñado de quien pisa por primera vez el albero maño, pues se topó con un lote que no puso nada de su parte para que aquello llegase a conectar con los tendidos, y tuvo el salmantino que conformarse con una tímida vuelta al ruedo.
El sexto lo hizo ya bien en el capote donde embistió con raza y se dejó lancear por Javier Zulueta, aunque donde subiría el tono sería en el caballo, donde se puso de lejos en los dos buenos encuentros que le recetó "Carioca" que se fue en la cabalgadura ante una atronadora ovación. En banderillas destacó Manuel Reyes, que en el primer par fue estrellado contra las tablas, pero no se arrugó y cerro el tercio de banderillas colocando un gran par que le llevó a saludar montera en mano junto con su compañero. Vio Zulueta que tenía materia prima para poner un broche dorado a una tarde pesada, y comenzó por ayudados por alto que marcó con mucha torería antes de compactar ya en los medios una faena que due de menos a más pero que siempre tuvo el temple como tónica central. El novillo embistió y respondió a la exigencia del sevillano que brilló al natural. Cunado cogió la tizona, se echó en la cara del utrero con todas de la ley, y fue cogido por el vientre llevándose una tremenda paliza de la que se repuso sin aparentes consecuencias. Cortó una oreja de ley antes de que el novillo fuese aplaudido en el tiro de mulas.
Manseó el segundo en el capote de Javier Zulueta donde no terminó de definirse antes de que se armara el caos en un desordenado tercio de varas en el que el novillo iba de caballo a caballo y llegó a descabalgar a los dos varilargueros (uno de ellos tuvo que pasar a la enfermería. No lo puso fácil tampoco en banderillas a los hombres de plata, y Zulueta comenzó por bajo con la rodilla semifleionada para sacárselo a los medios e intentar armar faena. Pero el utrero, en cuanto se vio podido en el centro del platillo, se rajó como sus hermanos y no pudo dar continuidad a la buena voluntad del sevillano. Cuando Zulueta llevaba la espada en la mando, el utrero comenzó a barbear las tablas y aquello parecía imposible de matar, pero lo vio claro y lo despachó de una certera estocada a la primera. El novillo fue levemente pitado en el arrastre y Javier fue reconocido con una ovación.
El cuarto salió suelto y siempre echaba las manos por delante en el capote de Zulueta sin dar opción al lucimiento con el de la esclavina. Con la muleta puso voluntad el novillero sevillano dejando destellos de su concepto pero el novillo no transmitía, siempre deslucido y falto de raza como sus hermanos. Lo despachó de una estocada y escuchó silencio.
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Variado fue el saludo capotero de Marco Pérez al quinto, al que saludó de hinojos con dos verónicas, prosiguiendo con delantales antes de rematarlo por chicuelinas. Quitó Zulueta en su turno desde los medios, y tuvo opción de quite el sobresaliente maño Ignacio Boné de expresarse por gustosas verónicas. También de rodillas en los medios comenzó el salmantino a torear a un animal que se venía recto y embistiendo descompuesto con la cara siempre alta y pasando andando en los viajes. Puso esfuerzo Marco, que siempre quiso más de lo que pudo el animal , y lo despachó de una certera estocada. El público pidió la oreja, pero el presidente no la considero oportuna, y todo se redujo a una vuelta al ruedo.
Con el tercero, destacó Alberto Sandoval en el tercio de varas con dos buenos puyazos que le hicieron ser ovacionado antes de que Zulueta interviniese en su turno de quite para dejar delantales templados desde los medios. Llegó manso a la muleta después de que Marco Pérez brindase a los tendidos maños. Siempre tiró de la embestida colocando la muleta en la cara del utrero para llevarlo enganchado, pero este pasó siempre con la cara alta y se paraba a mitad de muletazo desluciendo la voluntad del salmantino. El epílogo por luquesinas fue la previa antes de matar de una estocada tras dos pinchazos y varios golpes de cruceta mientras sonaba un aviso.
El que abrió plaza ya marcó la tónica del envío de Montealto manseando ya en los dos encuentros que tuvo con el del castoreño. Quitó Zulueta por chicuelinas de mano baja y Marcó se presentó en Zaragoza replicando por el mismo palo, peor con el animal ya más a la defensiva y con menos celo. Apretó Marco, que le bajo la mano pero el utrero siempre viajaba con la cara a media altura y salía desentendido al final de los viajes. Por el derecho llegaron los mejores pasajes de la labor muletera que no terminó de llegar a los tendidos por las condiciones del novillo. Lo pasaportó de una estocada al tercer intento después de que sonase un aviso.
FICHA:
Zaragoza (Zaragoza).- Tercera de la Feria de San Jorge. Novillada con Picadores de Montealto para Marco Pérez y Javier Zulueta, mano a mano. Menos de media plaza.
Marco Pérez, silencio tras aviso, silencio tras aviso y vuelta al ruedo
Javier Zulueta, ovación, silencio tras aviso y oreja
Incidencias: Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del Papa Francisco. Posteriormente se interpretó el himno nacional de España