FERIA ABRIL 2025

Éxtasis de toreo en la Maestranza con dos orejas para Morante

Cante grande con el capote de Morante, Ortega y Aguado, que bordaron el toreo con el percal en una tarde plena de inspiración, plasticidad y belleza
jueves, 1 de mayo de 2025 · 19:08

 

 

Tarde en la que se saboreó el toreo bueno en la Real Maestranza. Una terna de artistas, de máximas figuras que respondieron a la expectación creada dando y ofreciendo lo mejor se sí. Tres estilos de con un mismo palo -el arte, la torería y la naturalidad- que saciaron los abarrotados tendidos del Vaticano del Toreo y eso, que los de Domingo Hernández no terminaron de colaborar del todo. Morante de la Puebla en el primero estuvo completo desde que se abrió con el capote y posterior quite. Una faena a un enclasado pero justo de poder llena de enjundia y torería. La espada le privó de la oreja. Con el cuarto, dos orejas, Entrega total de Morante y faena para el recuerdo, inolvidable, histórica por su descomunal belleza, por su extensión y por su amplitud de toreo y todo ante uno protestón con cierta movilidad pero al que esculpió el toreo soñado e inmortal.

Antes la locura con el capote a una mano. Juan Ortega ante un segundo vacío de raza dejó su corte de artista con algunas pinceladas preciosas. Fiel a su personalidad la belleza del muletazo se adueñaba del albero pero la falta de colaboración del segundo desdibujó lo realizado. El quinto se agotó pronto y bajó la persiana poniéndose protestón y con mal estilo. El sevillano lo intentó todo tirando de capacidad y fidelidad de formas pero su esfuerzo no tuvo colaboración por parte de su oponente. Pablo Aguado ante el tercero reveló su personalidad virtuosa y deleitó con una faena inventada ante uno deslucido, mansito e imprevisible en su acometida pero le dejó componer una bella obra. Al sexto le consintió mucho a base de firmeza y afloró su capacidad sin fisuras. El último resultó por la vía de la guasa sin entrega y sin querer ayudar al sevillano que no se arredró y lo intentó siempre como si fuera bueno.

1º Nº 128. “Treinta y Dos”. Colorado. 582 kg. (Gdra: D. Hdez.) 
El abreplaza un toro muy bien hecho, bajo, amplio, armónico que embistió cochón al suave capote de Morante. El maestro lo recibió con cadencia sin inmutarse de terrenos y toreando con el percal con el alma. Tres verónicas y una media -corrida a una mano- de auténtico carteles. Torería y parsimonia en el recibo. Las chicuelinas andando -galleo- para llevarlo al caballo calo hondo en la parroquia. Un Morante muy metido y tranquilo que llenaba cada lance de torería. Por ese palo de naturalidad siguió el cigarrero con tres lances de cante grande y una media maravillosa tras la primera vara. El astado de Hernández destapó temple aunque la fortaleza muy justa. En conjunto se cuidó el toro en sus entradas al peto y quite de Ortega que dejó su impronta por delantales. El inicio de trasteo tuvo mucho sabor y belleza para sacar al toro más allá del tercio. Después de ejecutar la segunda serie a derechas con mucha suavidad y girando los tobillos sobre su eje arrancó la música Tejera. El genio dibujó un toreo fundamental precioso y templado con extraordinaria naturalidad y consonancia. A izquierdas, el natural sentido y aderezado de forma vetusta en su expresión ante un toro enclasado, noblón pero con la duración justa. Una completa faena de Morante de la Puebla que cerró con una tanta al natural a pies juntos sublime. Regó el albero de enjundia y torería y la falta de colaboración del astado en la suerte suprema -pinchó dos veces- por su inmovilidad le impidió cortar un merecido apéndice. Ovación con saludos tras aviso.

2º Nº 74. Arponcillo. Negro. 510 kg. 12/20 (Gdra: D. Hdez.)
Serio el segundo de la tarde sin demasiada romana que no llegó a rematar en los burladeros. Un toro que esperó a ser ‘llamado’ para embarcarlo muy lento y muy bonito. Ortega dibujó el lance a la verónica con exquisita belleza y naturalidad. Una ‘oda’ al toreo de capa que remató con una media de máximo lujo. Se cuidó en varas y tras el mismo un quite de Juan con mimo y plasticidad. ‘Arponcillo’ se mostró con mansedumbre abriéndose por fuera pero siempre con la intención de huir de allí. En estas, se llevó por delante a Jorge Fuentes mientras lidiaba. Fea voltereta sin  llegar a calar al bueno de ‘Plata de Ley’. Torerísimo inicio de labor de Juan Ortega que tapó muchos defectos a su antagonista pero que acometió de forma incierta. Así transcurrió la faena del trianero donde la belleza del muletazo se adueñaba del albero pero la falta de colaboración del segundo desdibujaba lo realizado. Una muleta transparente y suave ante un toro sin transmisión y sin finales, que nada más pasar por la jurisdicción del sevillano se revolvía. Un segundo vacío de raza y torero fiel a su corte de artista que dejó algunas pinceladas preciosas. Estocada arriba. Muy superior Juan Ortega ante el inocuo que abrió su lote. Ovación con saludos.

3º Nº 24. Chocolatero. Negro. 517 kg. 04/20 (Gdra: D. Hdez.)
Serio el tercero, aleonado, con poco celo, sin atender a los engaños al que Aguado fue a buscar a todos los terrenos. Un toro suelto que no quería el capote de Pablo. Saludo de amarre capotero sin poder estirarse a la verónica. Unos primeros compases sin definirse. Tras la suerte de varas –en el que hacía la puerta- descorchó mansedumbre en su comportamiento. De forma inesperada Pablo Aguado enjaretó una primera serie donde el sentimiento y la naturalidad cautivaron por su belleza y entonación. Le tapó todas las salidas al antagonista –mansito y deslucido- que le tocó en suerte girando los talones sobre el amarillo albero y poniendo la naturalidad que embutía la escena. Un Aguado de muñecas sueltas, colmado de torería, convencido en sí mismo, con sensibilidad en las moñas de sus manos, se rompió en temple y buscó el ritmo que nadie presagió en su enemigo. Los naturales fueron de una plasticidad tan grande digna del ‘Prado’ y el toreo fundamental tan precioso como un atardecer en las playas del El Puerto de Santa María. El sevillano reveló su personalidad virtuosa y deleitó con una faena inventada ante uno deslucido, mansito e imprevisible en su acometida. Un natural –en chiqueros- en el epilogo de labor hizo crujir los cimientos maestrantes. La espada le restó la más que merecida oreja y todo quedó en ovación con saludos.

4º Nº 63. Bodeguero. Negro. 513 kg. 01/20 (Gdra: D. Hdez.)
Este cuarto más alto de agujas, colocado de agujas, embistió de lujo al capote del genio de La Puebla. Morante le formó un lío toreando con el percal a una mano -antes dos o tres verónicas con la rodilla flexionada- y posterior largas a una mano con una naturalidad y un ritmo delicado. Varios lances de auténtica genialidad en un recibo que convirtió a la Maestranza en un manicomio. Público en pie y la banda del Maestro Tejera sonando en su honor. Difícil describir tanto toreo añejo, tanta inspiración, tanta belleza, tanta plasticidad y tanto arte. Morante en estado puro ante un gran toro en el capote. Aurelio Cruz realizó una gran suerte de varas a ‘Bodeguero’. El compás de inicio por alto otro cante hondo al toreo. Impresionante el artista sevillano. El maestro lo sacó a los medios con facilidad pero humedeciendo de arte las columnas del templo del Baratillo. El toreo fundamental -a derechas- tuvo elegancia, clasicismo y temple, mucho temple ante uno que soltaba la cara y que venía con inercia protestona. Todo lo hizo en torero con sumo gusto y raza, derrochando valor y torería para ligar muletazos en carrusel de formidable plasticidad. Al natural lo majó con delicadeza y profundidad en varias series de tremendo valor y hermosura. Entrega total de Morante y faena para el recuerdo, inolvidable, histórica por su descomunal belleza, por su extensión y por su amplitud de toreo y todo ante uno protestón con cierta movilidad pero al que esculpió el toreo soñado e inmortal. Estocada y dos orejas para la magia de un genio creador de la inmortalidad del arte.

5º Nº 118. Avivado. Negro. 520 kg. 04/20 (Gdra: D. Hdez.)
Juan Ortega ralentizó el lance a la verónica con tanta parsimonia que se contó el tiempo en cada verónica. Un orgasmo de toreo se adueñó del ‘Vaticano del Toreo’ en las muñecas del trianero. Precioso saludo que levantó al respetable de sus asientos e hizo sonar la música en su honor.  Tras la primera vara nuevamente Ortega cinceló el toreo con el percal al interpretar con armonía y primorosa elegancia un quite por chicuelinas magistral. Otro quite más de Aguado por el mismo palo lleno de garbosidad y enjundia. Brindis público. Comenzó muy encajado -por alto- toreando con todo y mostrando su temple por toneladas. Bellísimo compas para comenzar. Un muletazo para los adentros duró un mundo. Una barbaridad de derechazo. Juan Ortega lo sacó para afuera y lo citó a derechas en un par de tandas bien trazadas y ligadas pero a la vez reduciendo la intensidad de la transmisión. Se agotó el toro y bajó la persiana poniéndose protestón y con mal estilo. El sevillano lo intentó todo tirando de capacidad y fidelidad de formas pero su esfuerzo no tuvo colaboración por parte de su oponente. Ovación con saludos.

6º Nº 02. Tifón. Negro. 514 kg. 11/20 (Gdra: D. Hdez.)
Ya con la noche encima, saltó el sexto con frialdad de movimientos y sin llegar del todo a los burladeros. Tras enseñarle el percal Aguado durmió el capote en tres verónica de muchos quilates. Marcó poco celo el último en tras esos escépticos inicios. En banderillas Iván García saludó montera en mano tras grandes pares al sexto. Antes un tercio de varas sin estridencias. Este cierraplaza llegó al último tercio sin garantías y con demasiadas miradas e incluso probó antes de arrancarse. Pablo Aguado le consintió mucho a base de firmeza y afloró su capacidad sin fisuras. Este ‘Tifón’ resultó por la vía de la guasa sin entrega y sin querer ayudar al sevillano que no se arredró y lo intentó siempre como si fuera bueno. Ovación con saludos.

 

FICHA:

Real Maestranza de Caballería de Sevilla (Sevilla).- Quinta de la Feria de Abril. Corrida de Toros de Domingo Hernández, Bien presentados y de juego muy desigual. 1º justo de raza; 2º complicado; 3º manso; 4º manejable; 5º Complicado y 6º reservón. 

Morante de la Puebla, Ovación tras aviso y Dos orejas;

Juan Ortega, Ovación con saludos Y Ovación con saludos;

Pablo Aguado, Ovación con saludos y Ovación con saludos;

Incidencias: El banderillero Jorge Fuentes de la cuadrilla de Juan Ortega fue diagnosticado en la enfermería de la plaza de una rotura fibrilar tras una fea voltereta sufrida durante la lidia en el segundo de la tarde por la que no pudo continuar la lidia. 

 

FOTOGALERÍA - ARJONA

Más de