Primer cartel de “no hay billetes” y de puerta grande para Talavante

Con el cartel de “no hay billetes” colgado en Las Ventas, arrancó la Feria de San Isidro con una tarde de altibajos, toros exigentes y algunos destellos de torería. Clemente dejó buenas sensaciones en su confirmación, Talavante se reencontró por momentos y Juan Ortega volvió a emocionar con el capote.

Tarde de “no hay billetes” en el coso venteño para inaugurar la Feria de San Isidro, la feria de las ferias. Ambiente en Las Ventas para una cita cargada de expectación: Clemente confirma su alternativa acompañado de dos figuras del toreo como Alejandro Talavante y Juan Ortega, frente a un encierro de Victoriano de Río. Todo está dispuesto para que comience el espectáculo.

Abrió plaza Forajido, de Victoriano del Río, un toro bien presentado que sirvió para la confirmación de alternativa del francés Clemente. El torero inició su labor con una brega breve pero lucida, dejando buenos detalles con el capote.

Con la muleta, Clemente apostó por el pitón derecho, por donde el astado humilló con clase. Ligó tandas templadas y con notable profundidad, ganándose al público venteño desde el inicio. Al cambiarse la muleta a la izquierda, llegó el susto: una voltereta aparatosa que por fortuna quedó en eso, un susto. Valentía, entrega y buen gusto en un primer capítulo prometedor para la feria. En la espada, el francés la pone caída y debe de entrar por segunda vez. Ovación con saludos.

Con el segundo de la tarde, Bochornoso, de Victoriano del Río, le tocó turno a Alejandro Talavante. El saludo capotero fue breve, sin posibilidad de mayor lucimiento. Ya con la muleta, el toro evidenció falta de fuerza y transmisión, lo que condicionó toda la faena.

A pesar de algunos desplantes toreros y momentos sueltos con empaque, el público no terminó de conectar. La esperada torería de Talavante no pudo aflorar ante un oponente sin empuje. Faena de voluntad, pero sin historia. El animal hizo honor a su nombre. Silencio. Pitos en el arrastre al toro

Cangrejero, de Victoriano del Río, fue el tercero del festejo, y cayó en manos de Juan Ortega, el torero de Triana con raíces alcarreñas en Checa. Desde el primer tercio dejó su firma con unas verónicas llenas de arte y una media de cartel que encendieron al tendido.

La faena de muleta fue a menos en su inicio, algo desligada y sin continuidad. Pero cuando todo parecía diluirse, Ortega se centró por el pitón derecho y cuajó una tanda de ensueño: temple, compás y esa estética inconfundible que lo distingue. El gusto del sevillano, cuando brota, es sencillamente de otro mundo. Primeros “olés” rotundos de la feria. Se enfría la faena. Un aviso y espadazo. Silencio

El cuarto de la tarde, *Misterio*, fue un toro exigente desde su salida. Alejandro Talavante lo recibió con un saludo capotero muy breve pero templado, dejando ya una primera muestra de su disposición.

Con la muleta, todo empezó como si nada pasara, sin levantar gran atención. Pero poco a poco, Talavante se fue asentando, encontrándose a sí mismo frente a un toro complicado. A pies juntos y muy quieto, toreó por ambos pitones con un temple exquisito y una serenidad admirable. Qué gusto ver a Talavante así: disfrutando, entendiendo al toro y dibujando muletazos con alma ante un animal que no regaló nada. Una faena de torero grande. Petición fuerte de oreja y de vuelta al ruedo el toro. Dos orejas de peso en el inicio de san Isidro a la pureza de Talavante.

Con Ebanista, quinto de la tarde y de Toros de Cortés, Juan Ortega volvió a emocionar a sus fieles desde el capote. Entendió a la perfección la brega y regaló un ramillete de verónicas que enloqueció a sus seguidores, los ya habituales “de la Orteganeta”. Puro embrujo trianero desde el saludo.

Sin embargo, en la muleta el toro resultó más complejo de lo esperado. Juan no terminó de encontrarse con él y, con inteligencia, optó por abreviar. Sabía que no había materia para más y prefirió no forzar. Una faena breve pero con la honestidad de quien conoce el oficio y respeta al toro y a la plaza. La espada le llevó a emborrar la faena breve. Silencio y un aviso

Cerró la tarde Soleares, un toro bien presentado pero justo de fuerzas, que no permitió el lucimiento. Clemente, en su segundo turno, volvió a mostrarse dispuesto, con ganas de agradar y justificar su presencia en esta exigente plaza.

Sin embargo, la escasa condición del astado impidió que la faena tomara vuelo. El francés lo intentó por ambos pitones, pero todo quedó en voluntad y esfuerzo. Las ganas estaban, pero el toro no acompañó. Final discreto para una tarde de altibajos y detalles esperanzadores. Media estocada y el uso del descabello cierra la primera de San Isidro Silencio

FICHA:

Plaza de toros de Las Ventas (Madrid).- Primer festejo de San Isidro 2025. Toros de Victoriano del Rio para Talavante, Juan Ortega y Clemente que confirma alternativa. Entrada: Lleno de 'No Hay Billetes'

Talavante, Silencio y Dos orejas;

Juan Ortega, Silencio y Silencio tras aviso;

Clemente, Ovación con saludos y Silencio;

FOTOGALERÍA