MANUEL VIERA

Ferrera y el toreo de autor

miércoles, 28 de octubre de 2020 · 08:00

Por su inspiración, por su repertorio erudito y expresivo, por la total entrega, por la variedad, a veces heterodoxa, con la que se manejó en las distintas faenas. Por eso, su concepto mostró ese punto de verdad y heroicidad de quien hizo de la lidia una emoción. Enfrentarse a tamaño desafío requiere muchas cosas: un valor a toda prueba, sin duda, la exigencia de una gran técnica, un talento capaz de evidenciar las complejas acometidas y, además, considerables dosis de diversidad.

Las diferentes lidias ofrecieron un continuo plagado de respuestas a la sensibilidad y a la inteligencia. Cuestión de arte. Además, supo solventar las dificultades propias de la mansedumbre y otorgar coherencia a unas embestidas complicadas y de por sí emocionantes. De todo ello surgió un toreo sentido, variado, inspirado, emotivo… del que afloró muestras claras de escenificación, y dramatismo en el sentido más amplio y global del término.

 Con paciencia hormiguesca dominó embestidas con el fin de que estas no se perdieran en acometidas imposibles. Y así, corregidas y aumentadas, pudo con ellas hacer su toreo de autor con tanta sencillez como precisión. Faenas con las que convirtió lo malo en bueno con notable resultado. Inolvidable tarde de toros. Seis obras hechas ante un clima de expectación, que fueron convirtiéndose en emotivo gozo, no exentas de momentos trágicos ante la impresionante cogida. Seis obras caracterizadas, también, por tintes expresionistas y una diferencia en sus formas que irradiaron destellos de brillantez con capote, muleta y espada.

El resultado, contundente y consistente, fue parte de un viaje sin nostalgia al toreo del pasado, desarrollando de manera inteligente todos los recursos para sumergirse en la lidia de épocas no vividas por él y escaparse de la rutina de muchas tardes de toros. Antonio Ferrera respondió al interés que suscita su toreo en la tarde del pasado sábado, en la que estoqueó de manera insólita seis serios y difíciles astados de Zalduendo, en la plaza de toros de Badajoz. Esto, tan emocionante e infrecuente, es el toreo.

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75%
Satisfacción
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Esperanza
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Indiferencia