Imposible no hablar de él

Se hace imposible no hablar de él. Aunque se peque de reiterativo. No en vano, su obra se ha establecido en admiración constante de adictos empedernidos a la calidad excelsa y a la contagiosa expresividad. Al gusto barroco. Al valor, la pureza, la naturalidad, la torería… A la riqueza de matices de una tauromaquia de belleza admirable que trasciende sin fisuras. ¿Quién, entonces, se atrevería a tildar de exagerado lo que de él se dice a la vista de la dimensión de su toreo?

El reto que se ha impuesto, de despenar seis “veraguas” de Prieto de la Cal en el Puerto de Santa María y acabar la feria de San Miguel lidiando “miuras” en la Maestranza de Sevilla, son gestos que caracterizan su personalidad, dan identidad a su ambición y muestran su enorme capacidad para la lidia. Una lidia exclusiva, a toros de diferentes encastes, que encandilará por la difícil facilidad con la que logra ese justo equilibrio entre la complejidad, el rigor, el purismo, el fervor y la emoción. Un prodigio de talento desbordante, de inspiración e invención.

Verle torear a la verónica con los vuelos del capote supone vivir sensaciones extremas en un espectáculo de contagiosa emoción. Un tránsito inolvidable. Podría escribirse acerca del desbordante entusiasmo, de la lujosa precisión de un natural, de la marcada influencia gallista… cuando en realidad debería hablarse de valor y de verdad. De la manera arrebatadoramente contundente de a hacer y decir el toreo. De tanto disfrute y satisfacción.

Con lo últimamente visto en Santander y Jerez vuelve a confirmarse su portentoso talento. Su toreo libre, generoso, sentido, bello… con infinita capacidad para emocionar. Un toreo con el que sabe perderse con morosidad en los meandros del tiempo deteniéndolo. Ese tiempo que transcurre a distintas velocidades. Que depende de quien lo consume y lo emplee. De quien lo alargue o lo pare. Lo paró, y lo seguirá parando, Morante de la Puebla. Un ingenio.

Queda esperar las citas onubense y portuense. Días en los cuales el toreo volverá a fluir por un instante.