Málaga podría ser Xàtiva

No perdieron ni un segundo. En cuanto el Gobierno socialista llegó al poder, los grupos y partidos animalistas pidieron de inmediato ser recibidos por los nuevos dirigentes políticos. Y ante tal demanda pronto se les dio cita para reunirse con los representantes ministeriales de Pedro Sánchez. En los primeros encuentros se trató sobre el desarrollo y próxima votación de la llamada “Ley Cero” que, entre otras restricciones en actividades con animales, pretende prohibir los toros. Las asociaciones antitaurinas declararon su intención de apoyar a nuestros gobernantes, siempre y cuando éstos se hagan eco de sus pretensiones.

Entretanto el sector taurino continúa de brazos cruzados. A verlas venir. Esperando que el milagro de la continuidad de los toros siga produciéndose a pesar de que no hay demasiados indicativos para el optimismo. El mundo al revés. El que tiene problemas permanece inmóvil. Seguramente ahora habrá quien asegure que se está preparando una visita, una declaración de intenciones, una audiencia o una tertulia secreta, pero lo cierto es que mientras unos van los otros ya han regresado. Y los que regresan son los antis, omnipresentes e incansables, que lentamente pero sin pausa van a conseguir su objetivo mientras los profesionales del toreo esperan a que sean los aficionados quienes, además de pagar, les salven el negocio.

Y mientras esperan la tauromaquia va en retroceso. Menos presencia en los medios de comunicación al tiempo que crece la cobertura dedicada a insignificantes manifestaciones contrarias a la Fiesta. Menos festejos y menos espectadores en ellos. En Xàtiva, ciudad con tradición taurina desde el siglo XVI y que desde el XVIII efectuó festejos con asiduidad, se celebraba en agosto una feria centenaria que era santo y seña de la comarca, que atraía a gentes de toda Valencia y en la que se anunciaron las figuras del toreo y las mejores ganaderías de la cabaña brava. Este año, y por tercero consecutivo, los políticos antis han conseguido paralizar su organización sin que ningún matador ni ganadero haya luchado por desmoronar tal injusticia. No hay unión por la causa. Aquí cada uno va a lo suyo. Pan para hoy y seguramente hambre para mañana.

Por lo único que se han unido todos los estamentos profesionales taurinos es para solicitar el cese de una de las presidentas de la plaza de Málaga, que al parecer era muy dura con algunos toreros y ganaderos. Imagino que pretenden que lidiar algunos toros y cortar orejas sea más sencillo en La Malagueta. Pero no se dan cuenta de que Málaga y el resto de cosos pronto serán Xàtiva, que si entra en vigor la “Ley Cero” no habrá toros que lidiar ni orejas que cortar. Y si dejan que los antis vayan alcanzando acuerdos con el Gobierno mientras ellos siguen esperando milagros, me da a mí que todo se precipitará antes de lo esperado.