CARLOS BUENO

Talavante: márquetin, apuesta y verdad

martes, 18 de febrero de 2020 · 06:52

Pudiera parecer una fecha como cualquier otra, fruto de la aceptación de la oferta de un empresario con lucidez. Pero no es una tarde más ni una casualidad. La reaparición de Talavante el 11 de abril en Arlés es algo muy meditado. Es el resultado de un plan de márquetin bien ideado entre el matador y sus apoderados. La jugada se fraguó a fuego lento, estudiando el momento y el lugar más oportuno para crear la expectación deseada. Hubo tiempo para analizar todas las posibilidades ya que el acuerdo de apoderamiento entre el torero extremeño y el tándem Joselito y Joaquín Ramos -aunque se mantuvo en secreto hasta el 15 de enero- se produjo durante el verano de 2019, medio año antes de sacar a la luz la cita del reencuentro con el traje de luces.

Talavante había dicho adiós a los ruedos en octubre de 2018, y sólo unos meses después ya sentía el gusanillo de volver a vestir alamares. Pero había que dejar pasar un tiempo prudencial para que el anuncio de su regreso tuviera el morbo y el interés necesarios. Y la maniobra se fue programando con paciencia y tino. Lo primero era desvelar dónde y cuándo, sin más datos, dejando en el aire la incógnita de cómo discurriría el resto de temporada, si es que iba a realizarla. Y las dudas pronto se despejaron con dos nuevas jugadas maestras.

La primera fue acartelarlo en la Feria de Abril de Sevilla tres días, entre ellos el más emblemático del año, el Domingo de Resurrección, con los máximos honores, junto a compañeros y ganaderías de postín: Garcigrande, Victoriano del Río y Cuvillo. Y la segunda ha sido firmar tres tardes más en el San Isidro madrileño, añadiendo a sus divisas habituales el atractivo de Adolfo Martín. Dicen que cada paseíllo suyo sale por más de 250.000 euros, y que ha sido la primera figura con la que se ha negociado en la capital. El año pasado hubo bombo en Las Ventas, éste se anuncia a Talavante como una bomba.

¿Cómo seguirá discurriendo su campaña? Es una incógnita, pero dependerá mucho del resultado de los dos primeros envites españoles. Joselito y Ramos han hecho lo que tenían que hacer: poner en valor al matador. Ahora es cosa suya mantener el listón. Talavante es más torero de aficionados que de público, pero si triunfa en Sevilla y Madrid se va a catapultar al estrellado absoluto. Sus apoderados ya preparan la estrategia. Si sale bien el empresariado taurino no tendrá más remedio que sucumbir a sus exigencias si de verdad se quiere elaborar ferias con el máximo interés. Incluso Matilla, con quien el extremeño rompió en junio de 2018 por supuestas desavenencias económicas, hincará la rodilla. Otra cosa sería que el reto saliera mal, lo que obligaría a poderdante y apoderados a agachar la cabeza y las pretensiones.

Talavante aún no ha se ha enfundado el chispeante y todo es un enigma, pero todo hace presagiar que se dejará la piel en el intento. Éste es de los que se arrima de verdad, y por él no va a quedar. Así que habrá que ir preparándose para la próxima jugada. Joselito y Joaquín Ramos ya se frotan las manos ante lo que parece una apuesta ganadora. Y si así acabara siendo el interés actual por la tauromaquia sin duda subiría enteros. Demostraría la importancia de una buena labor de márquetin de los apoderados y de un compromiso y una respuesta acorde del torero.

 

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