CAPOTAZO LARGO

Vamos aviados…

martes, 12 de octubre de 2021 · 10:05

Cada vez me resultan más cargantes las retransmisiones de algunas corridas de toros por televisión. Los compañeros de prensa que las locutan y los invitados que participan en los comentarios se afanan en querer hacer ver que todo es maravilloso. Los astados están muy bien presentados y los toreros atraviesan un momento sensacional. Y si los espectadores no valoran sus actuaciones de forma superlativa es porque no han sabido ver la lidia. No todas las retransmisiones son así, pero me hace el efecto que cada vez son más.

Estaba viendo una de esas corridas cuando recibí un vídeo por whatsapp. Era la excusa perfecta para quitarle el volumen a la tele y escuchar su contenido, que no era otra cosa que la defensa de la tauromaquia que un político había realizado no sé cuándo en algún parlamento autonómico. En su intervención explicaba que, tras la pandemia, el mundo del toro está en una situación económica tremendamente delicada, y que no se puede permitir su quiebra porque “la historia del toreo está ligada a la de España, tanto que sin entender la primera resultará difícil comprender la segunda; que en las corridas de toros se reúne todo: alegría, color, tragedia, valentía, ingenio… es el espectáculo más completo; que es la fiesta más culta que hay en el mundo; que no se puede dejar que el toro de lidia derrame vanamente su sangre en la alcantarilla de un lúgubre matadero de reses; que el que no quiera ir a los toros que no vaya, pero que no hable de ecología ni de amor a los animales porque nadie los ama más que los toreros y los ganaderos; que si él fuera animal le gustaría ser toro de lidia porque a ninguno se le respeta más ni ninguno está mejor tratado; que los toros son el acontecimiento que más ha educado social y políticamente al pueblo español”, y recordaba el político que todo esto eran citas de Ortega y Gasset, Charles Chaplin, Federico García Lorca, Jacques Cousteau, Joaquín Sabina y Enrique Tierno Galván.

Podía haber seguido referenciando a cientos de artistas y eruditos de todos los tiempos que se significaron con el toreo, pero la muestra elegida era más que suficiente para recordar que la cultura del toro sólo pertenece al pueblo y, como toda cultura popular, está al margen de ideologías. Tras escuchar su disertación pensé que hacen falta más políticos como él, máxime ahora que, una vez más, se ataca a la tauromaquia de forma injustificada e indisimulada.

Hace unas fechas el Gobierno anunciaba la creación de un bono cultural de 400 euros para que los jóvenes de 18 años puedan adquirir videojuegos o ir al teatro, al cine, a la danza, o a conciertos de música. Sólo un día después la ministra María Jesús Montero salía a matizar que, “aunque los toros son cultura, el sector de la tauromaquia se queda fuera del bono”. Menosprecia el Equipo de Gobierno de España a socialistas como Tierno Galván o a comunistas como Sabina. Menosprecia de forma dictatorial y sólo por motivos ideológicos a los jóvenes que tienen tanto derecho a ir a los toros como a comprar videojuegos de crímenes, asesinatos o bélicos. Menosprecia la promesa de su cargo que hicieron sobre la Constitución Española, que ordena que la Administración General del Estado debe garantizar la conservación y promoción del toreo. Es más, pienso que incluso se podría estar cometiendo un delito de prevaricación.

Acabé de escuchar el vídeo de whatsapp y volví la vista hacia la tele. Los comentarios de la corrida seguían dibujando una Fiesta de color de rosa. Toros de excelente trapío y toreros en su mejor momento. Los comentaristas no se daban cuenta de que el respetable no es tonto y que sin autocrítica ni exigencia nada tiene sentido. ¡Qué lejos estamos de las retransmisiones deportivas que tanto denuncian y tanto enganchan! Esperemos que sigan apareciendo políticos que defiendan el asunto, porque si no vamos aviados.

 

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