Creadores de contenido

Termina el partido de futbol y un jugador de cada equipo atiende a los periodistas. Después, el entrenador da una rueda de prensa explicando los pormenores del encuentro, la táctica, los aciertos, los errores, el resultado… Acaba el enfrentamiento sobre la pista y da lo mismo que sea Rafa Nadal o el tenista número 325 de la ATP, todos acuden a la sala de prensa a responder las preguntas de los informadores, a dar detalles de lo que ha sucedido en la cancha. Finaliza el gran premio de motociclismo o de Fórmula 1 y los tres pilotos que han subido al pódium analizan la prueba ante los reporteros. Lo mismo sucede con el vencedor de cada etapa del Tour, el Giro o la Vuelta a pesar del evidente agotamiento que sufren los ciclistas.

Ahora hay gente que vive de “crear contenidos” para redes sociales y webs. Streamers e influencers. Es un nuevo trabajo del que se nutren sus seguidores y, en algunos casos de interés general, los medios de comunicación. Los deportistas también son creadores de contenidos, no sólo con sus actuaciones, sino con sus declaraciones posteriores. Ellos tienen asumido que han de dar sus impresiones sobre cuanto han realizado para facilitar el acceso a la información a la población.

En las televisiones y radios hay programas específicos de deporte. Hay periódicos y revistas exclusivas, y los diarios le dedican secciones especiales. Es fácil saber cualquier particularidad sobre los deportistas porque su sector tiene claro que se deben proporcionar noticias para crear expectación. No es mal ejemplo para el toreo.

Resulta evidente que no cabe la posibilidad de que los toreros tengan que sentarse para atender a los cronistas tras la finalización de cada corrida. Pero no estaría nada mal que, en las ferias importantes, después de cada festejo se organizaran ruedas de prensa en los hoteles taurinos, aunque fuese de forma exprés teniendo en cuenta que muchas veces los matadores tienen que viajar hacia otras ciudades donde al día siguiente han de hacer un nuevo paseíllo.

Nos solemos quejar de falta de información sobre toros a nivel general. Pero nadie analiza que tampoco los taurinos han favorecido y facilitado la creación de contenidos. Es cierto que en los últimos años los ganaderos han sido más proclives a abrir las puertas de sus fincas, primero a los medios y después a los aficionados, generalmente ofreciéndoles una visita de pago; están en su derecho. También es verdad que los toreros han dejado de lado su habitual hermetismo, sobre todo con la prensa especializada. Pero no es suficiente.

Hay que buscar y encontrar la manera de enviar información importante, anecdótica, curiosa y sorprendente a todas las redacciones. No siempre se harán eco de ella, pero en más de una ocasión la publicarán. Y eso lo necesita la tauromaquia para su divulgación y promoción.

Por otra parte, ahora es tiempo de entregas de premios, de tertulias, de homenajes… A muchos matadores les cuesta un mundo hacer acto de presencia en este tipo de galas. Buscan mil excusas para ausentarse. Es entendible su necesidad de descansar tras la temporada. Pero deben hacer el esfuerzo de acudir, de hacerse terrenales, de mezclarse entre los aficionados, que son sus admiradores, su clientela y su sustento. Su asistencia valida el esfuerzo de organizadores, respeta a un público devoto y, de paso, crea contenidos para informadores ávidos de noticias taurinas.