CAPOTAZO LARGO
Escuela Taurina de Valencia: 40 años de pasión y resistencia
La Escuela de Tauromaquia de Valencia ha alcanzado un hito significativo en su historia: el 40 aniversario de su fundación. Desde su creación en 1983, ha sido un eje de tradición, arte y sueños en medio de un mundo en constante metamorfosis. Pese a los desafíos que ha enfrentado a lo largo de los años, el centro se mantiene vivo y relevante en pleno siglo XXI.
La celebración se ofició el 28 de octubre sobre el albero sagrado de esa catedral del toreo que es el coso de la capital del Turia, un edificio que en sus 164 años de historia ha visto desfilar la gloria y el fracaso, la felicidad y el desencanto, la vida y la muerte. Todos los alumnos vigentes hicieron el paseíllo para conmemorar la efeméride y 15 de sus discípulos más aventajados compartieron la lidia de los seis becerros de la tarde.
Antes de dar inicio el festejo, gran parte de quienes fueron aprendices a lo largo de estas cuatro décadas saltaron a la arena para recordar viejos tiempos y recibir el reconocimiento de un público emocionado. Algunos tocaron la gloria y consiguieron instalarse en el Olimpo del toreo. Otros se doctoraron y lucharon por abrirse paso. También los hubo quienes descubrieron que no estaban llamados para tales menesteres y desistieron de su empeño. Todos se forjaron como hombres y salieron mejores personas, educados en virtudes perennes como el saber estar, el respeto, el esfuerzo y el sacrificio.
40 años son un testimonio de la resistencia y capacidad de adaptación de una institución que ha sobrevivido a la prueba del tiempo. En una época en la que los gustos y las tendencias culturales varían incesantemente, en que la sociedad ha perdido valores referentes al esfuerzo y al sacrificio, la Escuela de Valencia ha permanecido firme en su compromiso con la tauromaquia y con la forja de jóvenes.
A pesar de la nula publicidad del centro, en la actualidad, y bajo la dirección de Toni Gázquez, hay más de 50 chicos y chicas inscritos que reciben periódicamente enseñanzas teóricas y prácticas. Durante la presente temporada han recorrido más de 120.000 kilómetros yendo de ganadería en ganadería por toda la geografía española para acabar tentando más 250 vacas de diferentes encastes y tomar parte en un centenar de funciones sumando más de 40 novilladas sin picar y alrededor de 60 clases prácticas.
Siguen apareciendo jóvenes con la ilusión de ser toreros a pesar de los continuos cambios de modas y de la ausencia de toros en abierto en la televisión nacional, lo que ha provocado que el toreo se haya vuelto menos accesible para el público en general. A pesar de la falta de apoyo en ciertos momentos, de los ataques antitaurinos, de la creciente propaganda animalista y de los opositores a las corridas que luchan ferozmente por su prohibición, el centro ha resistido embates, ha perseverado y se ha adaptado para acabar manteniéndose vivo.
Por encima de todos estos obstáculos la Escuela ha continuado siendo un faro de esperanza para aquellos que sueñan con convertirse en matadores y ha contribuido a la conservación y promoción de la cultura taurina organizando eventos, exposiciones y actividades que han acercado la tauromaquia a un público más amplio y han promovido una comprensión más profunda de este arte.
La institución valenciana ha superado desafíos significativos y ha demostrado que la pasión y la dedicación pueden superar las adversidades más grandes para conseguir que el arcaico arte de Cúchares perdure en plena era de la modernidad más irreverente. En un momento en el que muchas tradiciones culturales se desvanecen, la Escuela de Tauromaquia de Valencia goza de buena salud y sigue acogiendo las ilusiones y los sueños de las generaciones presentes y futuras.