CAPOTAZO LARGO
Más originalidad y justicia
Uno mira los esbozos de los primeros carteles de 2024 y permanece impertérrito, impasible, sin inmutarse. Los ojos leen las posibles combinaciones y no hay un mínimo gesto de la cara que varíe. Ni una sorpresa que provoque asombro. Todo predecible. Tanto, que se relee el enunciado de la noticia sospechando que son los festejos de la temporada pasada, o de la anterior. Más de lo mismo. Hay quien se consuela al comprobar que no faltarán Roca Rey y Morante, y que a su lado figurarán los archiconocidos nombres de Manzanares o Castella.
Tampoco fallará Talavante, que el último año hizo cuatro paseíllos en Las Ventas sin dar una sola vuelta al ruedo y que cortó una oreja después de tres comparecnecias en La Maestranza de Sevilla. Emilio de Justo y Paco Ureña continuarán encomendándose a la buena voluntad de los empresarios, sobre todo el murciano, a quien cada campaña parece que se le imponga que empiece de cero.
Juan Ortega y Pablo Aguado siguen contando, pero con menor fuerza. También pierde fuelle empresarial Tomás Rufo, que se queda fuera de las Fallas mientras algún interesado se alegra y los aficionados no se lo explican. Y quizá una de las mayores extrañezas sea constatar que, una vez más y sin haber empatado en ningún estadio de categoría, El Fandi y Cayetano repiten en casi todas las quinielas.
Por el contrario, hay demasiados toreros con sobrados méritos a quienes se les niega el pan y la sal. Es evidente que los primeros ciclos de la temporada no son lo suficientemente extensos para dar cabida a todos los que lo han merecido, pero no es menos cierto que se echa en falta un ápice de originalidad, y también de justicia, en los empresarios que confeccionan unas ternas que marcarán tendencia para el resto del año. Porque hoy en día las ferias se cierran con tanto tiempo de antelación que acaban dejando fuera a muchos de los triunfadores que van sucediéndose.
Que se lo pregunten a Fernando Adrián, doble puerta grande en Las Ventas en 2023. No hace tanto tiempo que salir a hombros de Madrid comportaba firmar contratos por toda la geografía española. Un éxito en San Isidro te ponía en órbita. Sin embargo, inexplicablemente, a Fernando no le ha valido en la medida lógica. Murcia, Valladolid, Guadalajara, Palencia y Cuenca han sido las únicas capitales de provincia que ha pisado en una campaña que ha terminado con 15 corridas en las que ha hecho pleno saliendo en volandas en todas y cada una de sus comparecencias. Sin embargo, no aparece en las primeras papeletas de 2024.
Tampoco lo tiene seguro Borja Jiménez, rotundo con los de Victorino en el Otoño madrileño, ni Daniel Luque, que ha estado contundente en Francia y en España, en el sur y en el norte, pero a quien continúan poniéndoselo complicado. Peor va a estar para Ángel Téllez y Francisco de Manuel, dos de las últimas revelaciones de Madrid; y para Ginés Marín, que no merecería que se dudase de su capacidad. También para José Garrido, Álvaro Lorenzo, David de Miranda, Damián Castaño, Jesús Enrique Colombo…
Cuestión de sensibilidad sería que se le diese un voto de confianza al castellonense Paco Ramos, que en 2023 sólo hizo tres paseíllos en España pero triunfando en su tierra con victorinos y protagonizando la mejor faena de la Feria de Julio de Valencia.
¿De verdad no se puede introducir un poco más de originalidad en los carteles de 2024? ¿De verdad es imposible hacer justicia con lo que algunos toreros se han ganado en el ruedo? ¿De verdad la afición, la clientela, merece combinaciones tan monótonas?