CAPOTAZO LARGO
Coherencia y consecuencia política
Va a cumplirse un año de las últimas Elecciones Autonómicas, que coincidieron con las Municipales y que tuvieron la salvedad de Andalucía, Cataluña, Galicia, País Vasco y Castilla y León. Una vez formados los diferentes gobiernos, el Partido Socialista Obrero Español pasó de presidir en nueve Comunidades a hacerlo únicamente en tres, mientras el Partido Popular se hacía con once. Como consecuencia, el jefe del ejecutivo español, Pedro Sánchez, convocó Elecciones Generales al día siguiente.
En sus programas, el PP apostaba por un apoyo indisimulado a los toros, algo que se fortaleció con los pactos que tuvo que hacer en diferentes Autonomías con VOX, que hace de la Tauromaquia una de sus banderas. Todo lo que ahora no sea promocionar y fomentar el toreo allá donde mandan sólo puede acarrearles pérdida de votos en un futuro, porque los aficionados están muy sensibles ante los continuos ataques del Gobierno Central y necesitan sentir que la confianza dada no se ha traicionado. De momento ha habido muchas palabras y parece que buenas intenciones, pero falta materializar hechos evidentes, visibles, tranquilizadores.
La Conselleria de Cultura y la vicepresidencia de la Generalitat de mi Valencia del alma la ocupa Vicente Barrera, figura del toreo, licenciado en Derecho y ahora político valiente. Para el mundo taurino una garantía de protección, amparo y defensa. Barrera llegó y vio que se daban subvenciones a todos los sectores de la cultura menos a la Tauromaquia y decidió aprobar una ayuda a la Fundación del Toro de Lidia, que, por cierto, no tuvo la delicadeza ni la decencia de incluir a un torero valenciano en la Copa Chenel que organiza para dar oportunidades a quienes más lo necesitan. Pero esa es otra historia.
Ahora que el Ministro de Cultura ha dictado que elimina el Premio Nacional de Tauromaquia, Barrera anuncia la posibilidad de crear un premio similar en la Comunidad, y eso está muy bien. Pero además toca emprender ya más acciones palpables que los votantes puedan apreciar. El retorno de la programación taurina a la televisión autonómica es una de ellas. Los partidos ‘antis’, lo primero que hacen cuando acceden al mandato es retirar los toros de las parrillas, y las formaciones ‘pro’ deberían hacer lo propio para incluirlos. Me consta que los anteriores dirigentes se fueron dejando contratos blindados difíciles de rescindir y que se está trabajando en la cuestión, pero de momento sigue sin haber un espacio específico, ni una retransmisión de una corrida de Magdalena, Fallas u Hogueras, ni noticias del sector en los telediarios.
Otra acción que merece ser tenida en cuenta es el regreso de los toros a plazas donde han sido vetados de diferentes modos. Xàtiva es una de ellas. Su más que centenario coso anunció a las figuras de todas las épocas y su Feria de Agosto fue la segunda en importancia en la provincia tras las de la capital. El inmueble se rehabilitó en 2006 pero va a hacer nueve años que no abre sus puertas. La excusa es la necesidad de acondicionamiento, algo fácilmente subsanable si se tiene una mínima voluntad.
El actual ejecutivo municipal, compuesto por el PSPV y Xàtiva Unida, considera la posibilidad de adaptar el recinto a la normativa sólo si llega ayuda externa de otras Administraciones, y la Diputación ya se ha mostrado favorable. Falta el “sí quiero” de la Generalitat, y el alcalde ha descargado la responsabilidad de mediación en el portavoz local de VOX. Que la plaza, declarada Bien de Interés Local, vuelva a anunciar festejos taurinos y, además, pueda convertirse en un referente multifuncional, está en el tejado de la formación verde, y ponerse manos a la obra sería lo más coherente y consecuente con las proclamas manifestadas durante la campaña.