Buenas noticias

Leo y releo las noticias taurinas y reboso optimismo. No es mi estado habitual, así que me dispongo a disfrutarlo y justificarlo. En las últimas fechas se han sucedido cuatro indultos, el de “Escondido” de Santiago Domecq en Valencia, el de “Barba Verde” de José Luis Pereda” en Huelva, el de “Almirante” de Murteira Grave en Azpeitia, y el de “Zalagardo” de Fuente Ymbro en Berja. Más allá de polémicas y puntualizaciones, un indulto siempre es un suceso bienvenido, un síntoma de que la bravura ha estado presente sobre la arena y que la emoción se ha producido. Que cuatro toros hayan regresado a su casa para acabar convirtiéndose en sementales es el mejor argumento contra quienes creen que a las plazas se va a disfrutar de la tortura animal y sólo ocurren asesinatos.

Compruebo que Daniel Luque sigue triunfando y alcanzando estadísticas históricas, como Fernando Adrián, y eso tiene que servirles para acabar ocupando el lugar que merecen a pesar del desinterés que están sufriendo por parte de algunos empresarios. Al final la verdad ha que valer e imponerse. También debe ser tenido en cuenta David de Miranda, que después de advertirlo en Sevilla, ahora en su encerrona en Huelva ratificó que la afición no puede estar perdiéndose a este torero.

Una docena de años después de tomar la alternativa va encontrando sitio David Galván, un ejemplo para compañeros tan dispares como Morenito de Aranda, Salvador Cortés, Gómez del Pilar, Francisco de Manuel, José Garrido, Ángel Téllez o el bueno de Rubén Pinar entre otros muchos.

Leo que Morante de la Puebla ha espantado “fantasmas” y que vuelve a encandilar con su arte allá donde torea. Es una gran noticia para él, para la afición y para la tauromaquia. Ojalá mantenga su salud y dure su estado de gracia. Observo que Enrique Ponce levanta expectación en cada plaza en la que anuncia su despedida. Una figura de su talla histórica merecía un adiós, al menos, así.

Compruebo que se confeccionan carteles de novilleros con tanto interés como los mejores matadores: Marco Pérez, Manuel Román, Samuel Navalón, Nek Romero, Jarocho, Chicharro, Zulueta, Barroso, Ismael Martín, Bastos, Mario Navas, Mariscal Ruiz… y un puñado de nombres más, están ilusionando a los aficionados de toda España. Y que nadie deje de lado a Miguel Andrades, poseedor de un valor fuera de lo común.

Además, siguen consolidándose y apareciendo nuevos diestros de Francia y América, como Jesús Enrique Colombo, Isaac Fonseca, Juan Leal, Clemente, Leo Valadez, El Rafi, Juan de Castilla, Thomas Joubert, Carlos Olsina, Adrien Salenc, Bruno Aloi, Paola San Román, José Mauricio, Nino Julian, Lalo de María…

Por otra parte, cada temporada se organizan más certámenes para novilleros sin caballos, el futuro de la tauromaquia, y descubro que los toros regresan al corazón del mundo rural, por ejemplo a Tudanca o Treceño, y que en mi tierra volverán a Villena después de cinco años y a Ondara tras una eternidad.

También leo alguna noticia que no me gusta, como cornadas a toreros y prohibiciones de espectáculos cómico-taurinos. Pero esta vez intento que no me aparten de mi optimismo casi milagroso.