CAPOTAZO LARGO
¿Renovación?
Por Carlos BuenoNo me gustan los grupos de WhatsApp, lo reconozco. Me desespera que todos los miembros tengan que desear buenos días al levantarse o que felicitar a un integrante. Con que lo dijese uno debería servir para convalidar al resto. ¿O es que alguien va a querer que sus amigos pasen un mal día o un infeliz cumpleaños? Pues no, cada mañana un montón de buenos días, y al anochecer de buenas noches, y felicitaciones en los cumples y en los santos… Ufff, qué pérdida de tiempo. Y ya ni entro en conversaciones estériles infinitas, ni en fotos de dónde me encuentro o qué estoy comiendo, ni en imágenes moñas con mensajes cursis, ni en mil emoticonos que no acabo de entender…
No me gustan la inmensa mayoría de grupos de WhatsApp, aunque siempre hay algunos familiares o de trabajo que tienen utilidad. Entre los grupos a los que “obligatoriamente” pertenezco por compartir afición taurina, compruebo que en ellos se repite un deseo común: el de la renovación del elenco de toreros que habitualmente se anuncian en las ferias. Nada nuevo bajo el sol. Coges periódicos y revistas especializadas de hace lustros, décadas y hasta un siglo, y la denuncia de la repetición de los mismos nombres en los carteles ya aparece. Pero ahora, la propuesta de miembros de diferentes grupos me ha llamado la atención porque coinciden en tres nombres para el “reemplazo”: Jiménez Fortes, David de Miranda y Samuel Navalón.
Sin duda, Samuel Navalón es un nuevo valor a tener en cuenta y está haciendo méritos para que se le incluya en las ferias. El valenciano tomó la alternativa en septiembre, hace sólo nueve meses. Desde entonces, sus éxitos, disposición y actitud han provocado que su interés entre los aficionados se cotice al alza. Otra situación muy diferente es la de Jiménez Fortes y David de Miranda. El primero cumplirá 15 años de doctorado la próxima temporada, y el segundo celebrará una década como matador. Desde luego, tienen poco de novedad. ¿O sí?
La verdad es que en todo este tiempo se han prodigado poco más allá de sus plazas “habituales”, y todo a pesar de que, sus éxitos a veces, y sus apuntes en otras ocasiones, han levantado gran expectación entre los aficionados. Sus últimas actuaciones en Málaga, Madrid, Huelva y Sevilla, han sido tan macizas que seguir anunciándoles donde siempre y no abrirles fronteras sería una tremenda injustica con ellos y con los espectadores, que entienden que en todos estos años no han tenido la ocasión de verles y sienten que todavía son novedad.
Ayudaría a su promoción y descubrimiento por parte del gran público que la televisión en abierto les diese cabida. El éxito de las retransmisiones isidriles de Tele Madrid ha puesto de manifiesto el verdadero interés que tiene el toreo para el pueblo. Cada tarde de toros la cuota de pantalla se ha disparado, provocando que la cadena haya obtenido sus mejores datos en los últimos 14 años y el mejor en su Telenoticias de las últimas 17 temporadas, con un crecimiento del 19% de audiencia total. A lo que hay que añadir que la apuesta de realizar entrevistas a los toreros dentro del espacio de las noticias ha supuesto un acierto, elevando su audiencia de forma significativa.
Si, más allá de retransmitir corridas en abierto, el sector profesional taurino consiguiese que las televisiones que pagamos todos se comprometieran a informar en los informativos sobre las mejores ferias y los diestros más sobresalientes, el relevo de la plantilla torera estaría asegurado. Otra cosa es que a los mandamases del empresariado y apoderamiento les interese la renovación del catálogo.
No me gustan los grupos de WhatsApp, lo reconozco. Me desespera que todos los miembros tengan que desear buenos días al levantarse o que felicitar a un integrante. Con que lo dijese uno debería servir para convalidar al resto. ¿O es que alguien va a querer que sus amigos pasen un mal día o un infeliz cumpleaños? Pues no, cada mañana un montón de buenos días, y al anochecer de buenas noches, y felicitaciones en los cumples y en los santos… Ufff, qué pérdida de tiempo. Y ya ni entro en conversaciones estériles infinitas, ni en fotos de dónde me encuentro o qué estoy comiendo, ni en imágenes moñas con mensajes cursis, ni en mil emoticonos que no acabo de entender…
No me gustan la inmensa mayoría de grupos de WhatsApp, aunque siempre hay algunos familiares o de trabajo que tienen utilidad. Entre los grupos a los que “obligatoriamente” pertenezco por compartir afición taurina, compruebo que en ellos se repite un deseo común: el de la renovación del elenco de toreros que habitualmente se anuncian en las ferias. Nada nuevo bajo el sol. Coges periódicos y revistas especializadas de hace lustros, décadas y hasta un siglo, y la denuncia de la repetición de los mismos nombres en los carteles ya aparece. Pero ahora, la propuesta de miembros de diferentes grupos me ha llamado la atención porque coinciden en tres nombres para el “reemplazo”: Jiménez Fortes, David de Miranda y Samuel Navalón.
Sin duda, Samuel Navalón es un nuevo valor a tener en cuenta y está haciendo méritos para que se le incluya en las ferias. El valenciano tomó la alternativa en septiembre, hace sólo nueve meses. Desde entonces, sus éxitos, disposición y actitud han provocado que su interés entre los aficionados se cotice al alza. Otra situación muy diferente es la de Jiménez Fortes y David de Miranda. El primero cumplirá 15 años de doctorado la próxima temporada, y el segundo celebrará una década como matador. Desde luego, tienen poco de novedad. ¿O sí?
La verdad es que en todo este tiempo se han prodigado poco más allá de sus plazas “habituales”, y todo a pesar de que, sus éxitos a veces, y sus apuntes en otras ocasiones, han levantado gran expectación entre los aficionados. Sus últimas actuaciones en Málaga, Madrid, Huelva y Sevilla, han sido tan macizas que seguir anunciándoles donde siempre y no abrirles fronteras sería una tremenda injustica con ellos y con los espectadores, que entienden que en todos estos años no han tenido la ocasión de verles y sienten que todavía son novedad.
Ayudaría a su promoción y descubrimiento por parte del gran público que la televisión en abierto les diese cabida. El éxito de las retransmisiones isidriles de Tele Madrid ha puesto de manifiesto el verdadero interés que tiene el toreo para el pueblo. Cada tarde de toros la cuota de pantalla se ha disparado, provocando que la cadena haya obtenido sus mejores datos en los últimos 14 años y el mejor en su Telenoticias de las últimas 17 temporadas, con un crecimiento del 19% de audiencia total. A lo que hay que añadir que la apuesta de realizar entrevistas a los toreros dentro del espacio de las noticias ha supuesto un acierto, elevando su audiencia de forma significativa.
Si, más allá de retransmitir corridas en abierto, el sector profesional taurino consiguiese que las televisiones que pagamos todos se comprometieran a informar en los informativos sobre las mejores ferias y los diestros más sobresalientes, el relevo de la plantilla torera estaría asegurado. Otra cosa es que a los mandamases del empresariado y apoderamiento les interese la renovación del catálogo.