OPINIÓN

"El dominio del nuevo toro, la fiesta sin peligro"

viernes, 20 de julio de 2018 · 08:17

Como cada vez que me saturo y me veo despropiado de afición taurina, recurro al libro novelesco escrito en 1935 por D. Manuel Chaves Nogales ("Juan Belmonte, matador de toros").

Una vez más y en esta de forma especial, me detengo en su epílogo trascrito por D. Manuel en las palabras de Belmonte. En este hace referencia (sobre los años 1918-1920) a que "La bestia está dominada y vencida que ciertamente el toro está en franca decadencia. El toro de hoy no tiene ningún interés. Es una pobre bestia vencida". asegurando que, "Las corridas interesan cada vez menos, convirtiéndose fatalmente en un espectáculo de circo a modo moderno, o lo que, es decir, desustanciado" y perseverando que, " lo salvaje y la angustia sublime se ha perdido. Que se torea mejor que nunca y con la técnica más perfecta. Siendo posible con cualquiera de los toreros de hoy, formar una pareja de "Ases" como aquellos famosos que formamos hace treinta o cuarenta años, y, sin embargo, los toros tienen cada día menos interés".

Pero a pesar de todo esto y desde que en 1920 "Bailaor" matase en Talavera de la Reina a "Joselito El Gallo", más de veinticinco matadores de toros (Más novilleros y banderilleros) y dieciséis corredores de encierros han resultado mortalmente heridos por asta de toro en las plazas de toros y en las calles de Pamplona.

 

Encierro de San Fermín

 

Estos drásticos números, me vienen a la mente cada vez que escucho o leo palabras de desprecio y desprestigio hacia toros y toreros, y más aún, cuando recién finalizada la Feria de San Fermín 2018, escucho con demasiada frecuencia y de forma muy altanera la poca peligrosidad de los encierros.

Al igual que la tauromaquia, los encierros también han evolucionado y hoy son verdaderos atletas preparados física y mentalmente los que se enfrentan (rodeados de multitud de obstáculos e imprevistos) a toros capaces de recorrer los 875 metros en escasos dos minutos.

Así que, la tauromaquia y los encierros pueden parecer un ballet de artística visualización ordenada donde todo trascurre de forma premeditada, pero por la contra y a pesar de lo que parece, es un caos de circunstancias imprevisibles donde el hombre logra conjugar el arte y la tradición cultural, en un marco incomparable, donde una bestia puede trasformar la fiesta en pena, y la gloria en tragedia.

Por lo tanto, mi reflexión debe ir dirigida en torno a todo y todos los que hablamos a la ligera y sin evaluar sobre las evoluciones de matadores y corredores frente a este nuevo toro de una fiesta sin peligro aparente.

 

Más de
4
7
16%
Satisfacción
16%
Esperanza
0%
Bronca
66%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios