OPINIÓN

Lo esencial

sábado, 23 de junio de 2018 · 10:19

Cuando se alcanzan los 80 años de edad uno sabe muchas cosas:Las que le enseñaron; las que él solo aprendió y las que llegó a experimentar.

Y también acumula un rosario de recuerdos.          

Los buenos no se olvidan, apuntalan nuestro presente y fundan nuestra esperanza en el futuro.

Los malos duelen a veces durante mucho tiempo pero al fin... se borran. Son como semillas vanas que se pudren entre el dolor, el rencor y la irritación sin poder arraigar.

Y es que los años, quizá a nuestro pesar, nos hacen sabios en lo esencial,  siéndolo en el transcurso de vida trabar una sincera amistad.

La escala del tiempo por la que ascendemos tiene un escalón de respeto hacia los padres, otro de solidaridad genérica y pronto descubrimos el de la competencia natural con los hermanos, al que le sigue el complejo trato con la familia y ya, con precipitación juvenil, ponemos nuestra huella en el escalón de la pasión, que  solemos confundir con el amor, sentimiento que está situado más arriba, allí donde se aplaca el deseo, se enfría el ardor y se comienza asentir la templanzasuave y agradecida de la comunicación: Entonces es cuando nos unge el  bálsamo de la amistad. El nudo apretadoque no se desata.

Es un regalo poder hablar con un hombre de 80 años, al que encuentro sentado en un banco público,   mientras observo se deja acariciar por el sol y al que me he dirigido con esta pregunta:

- ¿La vida enseña?

Ya leyeron la contestación.

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Satisfacción
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Esperanza
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Tristeza
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Incertidumbre
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Indiferencia

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