RICARDO DÍAZ-MANRESA

Nula comunicación interior en las plazas

viernes, 25 de noviembre de 2022 · 14:27

En los estadios de fútbol hay pantallas que informan a los espectadores. Y los altavoces funcionan siempre  que es necesario. Al principio, ofreciendo las alineaciones de los equipos y después dando cuenta de los cambios. Y colocando el resultado en la gran pantalla. Así los espectadores que han ido al campo tienen casi la misma información que los de la tele.

¿Y en los toros? Pues nada de nada de nada. La tecnología y las plazas de toros son incompatibles y los aires medievales se imponen a la modernidad. Los espectadores están como presos en sus asientos y no se enteran de la gravedad de la cornada del torero cogido y si saldrá o no de la enfermería ni, si no sale,  cuál va a ser el orden de la lidia, que ahora se la cambian por comodidad porque matar dos toros seguidos el mismo espada es durísimo… Pobrecitos. Total, que no nos enteramos de nada.

Como periodista quiero saber inmediatamente  la noticia: un suceso en la plaza de Madrid me hizo dudar y tener que elegir ¿ir a la plaza o quedarme ante la tele?. Un toro cogió hace años de muy mala manera a JULIO APARICIO  y le metió el pitón por la boca y se lo sacó por la mandíbula. Parecía gravísima cornada o incluso más. Pues no nos llegó ni una palabra de información aunque estábamos impresionados y sufriendo sin saber qué había pasado… mientras que la lidia de este toro y los siguientes continuaba como si tal cosa, en total tranquilidad.

Como estaba impresionado y queriendo conocer el estado del diestro, salí corriendo de la plaza al terminar la corrida, un taxi y al poco estaba en casa delante de la tele viendo…lo que había pasado. Un derroche de detalles, de conexiones, de entrevistas…de todo.

Y eso me indujo a creer que era completo ver los toros por la televisión aun perdiendo la emoción del ambiente directo de los tendidos. Y  además, si te despistas algún momento y se te escapa algo o no oyes un brindis o no te enteras bien de una entrevista pues… ¡le das al mando para atrás, lo ves repetido y santas pascuas!

E incluso volver a ver de inmediato la gran faena. Y en el colmo,  cuando están pesadísimos los toreros, le puedes dar al mando para adelante y te quitas de encima a los pelmazos o inútiles.

Ante la tele, total libertad, y en la plaza, anclado sobre la piedra.

Nos quedaremos con la pantallita de PAMPLONA y creo que hay alguna otra por ahí pero la comunicación interior en la plaza es NULA y parece que los espectadores NO TIENEN DERECHO A NADA.

¡Copien una vez más del fútbol! Y no hagan como en la MAESTRANZA que, para avisar a un espectador de algo grave ¡¡pasaban una pizarra por el callejón con el mensaje escrito con tiza!! Necesario estar cerca y tener buena vista para enterarse.

Vivir para ver.