GERMÁN JIMÉNEZ
Días de pasión y gloria en Sevilla
Sevilla ha vivido este año la peor Semana Santa que se recuerda en más de un siglo. La lluvia, tan anhelada en estos tiempos de pertinaz sequía, ha obligado a suspender más de treinta procesiones, impidiendo tanto a los sevillanos como a los miles de foráneos llegados de toda España y del extranjero vivir estas celebraciones, incluida la llamada "madrugá" una noche de gran intensidad en la que hacen su estación de penitencia las hermandades más esperadas, para procesionar por las concurridas calles de la ciudad.
Esa misma lluvia que nos ha dejado en buena parte huérfanos de procesiones, ha estado también a punto de llevar al traste la corrida del Domingo de Resurrección, y si finalmente esto no ha sido así hay que dar gracias al excelente trabajo de los areneros de la plaza, que consiguieron recomponer un ruedo que había quedado convertido en un barrizal a causa del impresionante aguacero que descargó justo cuando debía arrancar el paseíllo.
Hay que decir que Sevilla vive su Semana Santa con enorme pasión y respeto, y ambas dos cosas se trasladan hasta el coso del Baratillo en esa primera metamorfosis de la vida ciudadana que experimenta cada año la urbe y que es previa a la otra que vendrá quince días después con el arranque de su feria.
Este Domingo de Resurrección hubo tres toreros de distinto corte en un cartel ilusionante con el que se colgó en las taquillas el "no hay billetes". José Antonio Morante de la Puebla, eje vertebral de la temporada 2024 en la Real Maestranza que derramó toreo del bueno, de ese que se paladea a pequeños sorbos como se hace con un buen vino. No hubo empacho, pero lo que vimos nos gustó, aunque nos supiera a poco.
Junto al torero de la Puebla del Río, Sebastián Castella, que venía de triunfar el día anterior en Francia y, pese a jugar fuera de casa en esta ocasión consiguió puntuar, y lo hizo gracias a sus especiales dotes de toreo dominador. El torero francés, maduro y consagrado sabe entender a los toros, se entrega y consigue sacarles partido. En Sevilla volvió a demostrarlo.
Completando la terna, Andrés Roca Rey la indiscutible figura del momento actual. Torero al que todos quieren ver. El diestro peruano está consiguiendo llenar las plazas allí donde va, algo que no es baladí en los tiempos que corren, y su valor frío y a la vez sereno a nadie deja indiferente. Sevilla lo vio y se emocionó con su forma de torear.
Ambos dos toreros empataron a una oreja por coleta. Si no hubo más en la tarde fue porque los toros de García Jiménez y Olga Jiménez no permitieron más, ya que por la parte de los diestros las ganas no faltaron.
Fue esta primera de la temporada sevillana una tarde larga y fría en lo climatológico, cosa poco habitual en estas latitudes. Así las cosas, salimos de la plaza camino de las 10 de la noche con la vista puesta ya en la próxima cita que será dentro de una semana, en esa ocasión con los toros de Fermín Bohórquez para Lama de Góngora, Ruiz Muñoz y Juan Pedro García 'Calerito'. ¡Qué Dios les reparta suerte!