RICARDO DÍAZ.MANRESA
Manicomio, tiro por la culata y antiministro
Ya estoy convencido de que en España estamos en un manicomio. Y además manicomio especialmente peligroso porque los que mandan son los que están peor de la cabeza -¿o no?- o los más dañinos -¿o no? o los más fanáticos -¿o no?-.
El prohibir el Premio Nacional de Tauromaquia, que concede el Ministerio de Cultura, ha sido una decisión que le ha salido mal al antiministro, un tiro por la culata. Nunca había visto una reacción tan fulminante de los partidos políticos, asociaciones taurinas, profesionales del toreo, entidades de aficionados y medios informativos.
Hacía tiempo que los toros no eran tanta actualidad, incluso en redes, prensa, radio y televisión. Entre los que nunca de ocupaban de los toros. Y ahora encima la explosión ha llegado con San Isidro empezado y todos mirando a Las Ventas mucho más que en cualquier otra época del año. O sea, explosión positiva. Mayoría en contra del antiministro, incluso de algunos del partido socio del partido del antiministro en el actual Desgobierno.
Es más : muchos políticos a favor, por afición o por caza de votos, estarán presentando su palmito en Las Ventas para convencer a los tendidos de que están a favor de los toros, de la restitución del citado premio, que -seamos claros- le da poco a la Tauromaquia pero su persecución o prohibición es una agresión a lo que significa, ha sido y es este espectáculo.
Lo importantes recuperar este premio, éste, aunque después vengan los muchos anunciados ahora.
Primero, saca el antiministro su lado sádico y su convicción de que no puede seguir torturándose en este siglo a los animales. Después, su lado cínico y embustero diciendo que la mayoría está con él. No se sabe de dónde ha sacado el dato este irresponsable cuando el espectáculo taurino es el segundo de masas en España después del intocable fútbol. Y se queda tan pancho.
Lo cierto es que los comunistas como él son embusteros y cínicos como nadie. Mienten como maestros y eso hay que reconocérselo. Lo bordan. Tras decir la mentira miles de veces, parecen convertirla en verdad. Y muchos del pueblo soberano se la tragan.
No digamos los socialistas. Montan una estrategia verbal, falsa, y a los dos minutos, todos, desde el presidente de la nación hasta el último político lo repiten como papagayos. Su sistema de propaganda en buenísimo. Llegan a todos lados en minutos y lo sostienen hasta que se inventan otra mentira.
Mientras, los del PP, pobrecitos, a duras penas luchan para desenmascararlos. O no saben o no quieren.
Y una duda. El antiministro sabía que la iba a armar y más en estas fechas de mayo. Un ministro más que enciende el fuego para que se fijen en estos temas y se olviden de los gravísimos que tiene España y que todos sabemos cuáles son y quién es el responsable. ¿Premeditado y estratégico para tapar? ¿Simplemente odio?
Hay varios ministros más, o lo que sean, especialistas en escandalizar y provocar aunque sea con sandeces o barbaridades.