RICARDO DÍAZ.MANRESA

Perera, el ignorado

domingo, 26 de mayo de 2024 · 09:06

En la vida, que en gran parte es injusta,  en consecuencia muchas situaciones  lo son. O por mala suerte, por errores propios o ilógicamente porque sí. Unos tienen menos méritos y están arriba y otros, con más, ocupan un nivel inferior. Ocurre también que los que dependen del público, no atraen todas las simpatías que merecen.

También algunos  toreros sufren las injusticias de la vida, aunque lo den todo y lo den con categoría. Es el caso de Miguel Ángel Perera. Sevilla y Madrid últimamente. Es el torero que ha estado bien con todos los toros que lidió. Con todos. Bien o muy bien. En Sevilla lo vieron y fue premiado, justamente, con la Puerta del Príncipe. Y algunos de los que lo vieron, y lo escribo, porque hay jurados que ni ven las corridas y conozco algún caso, se olvidaron de él injustamente a la hora de los premios. Increíble. Influye el factor decisivo de que no es de Sevilla. Y los sevillanos de esta ciudad quieren a lo suyo por encima de todo. Incluso más que vascos, catalanes o gallegos. Sevilla siempre es lo mejor sea así o no, pero ellos lo creen a pie juntillas. Y sé lo que escribo porque toda mi familia política, muy larga, es de Sevilla. Total, Miguel Ángel Perera el olvidado, tras al menos una faena magistral, sin un fallo. Puede que digan que está muy visto tras 20 años de alternativa y para premiar  a los jóvenes. Pero la calidad es la calidad y la justicia, la justicia.

Termina lo de Sevilla, que no se explican muchos en cuanto a los premios, y llega San Isidro. Dos tardes. Cuatro toros. Cuatro buenas faenas, especialmente la cuarta. Magisterio y valor para regalar. Esta vez son los ciegos taurinos de Las Ventas lo que no lo ven y no lo premian como se merece, premio que, por otra parte, merecía por una feria redonda y en plena madurez e ilusión, como el detalle de irse a portagayola. A su edad y a sus muchas temporadas.

Una de las obligaciones que tenemos lo periodistas de toda la vida, de vocación y de raza, es decir estas cosas. No a las injusticias. A mí me gusta mucho la justicia y la coherencia. Y así me va.

No conozco a Miguel Ángel Perera de nada. No lo he saludado nunca en su larga carrera. Solo seguirlo en los medios informativos y por supuesto en el ruedo, en el que me parece un gran torero. O sea, que ni simpatías personales ni amistad. Juzgo a Perera en estado puro.

A veces pienso que si le faltará simpatía, pero lo que le ha podido perjudicar más es que siempre ha ido con apoderados independientes, no con apoderados-empresarios que llevan en sus listas a muchos,  a sus órdenes. Pues bien, su independencia profesional, hasta donde la haya podido ejercer, ha sido uno de sus atractivos para muchos aficionados.

Sea por lo que sea, que yo no lo veo claro, Miguel Ángel Perera es el olvidado, el infravalorado, el injustamente tratado.