RICARDO DÍAZ.MANRESA
Corridas bautizadas
Desde hace muchos años teníamos las corridas de la Beneficencia y la Prensa, de gran prestigio, organizadas por las entidades correspondientes fuera de la empresa y nada que ver con San Isidro salvo en algo importante: volvían a Madrid los triunfadores de la isidrada. Había más: la del Montepío de Toreros. E Incluso según el año alguna benéfica se añadía.
Ahora nada tienen que ver:
1/ Las organiza la empresa y les ponen el nombre. Y la Asociación de la Prensa lo acepta también.
2/ Cada año fue más difícil porque los triunfadores pedían cantidades disparatadas para volver a las Ventas.
3/ La Asociación de la Prensa, que se mantiene viva de milagro y su labor es prácticamente nula, perdió toda su fuerza a, paralelamente, perder el prestigio los periodistas. Ni tenía economía ni lo necesario para organizarla. Un fracaso económico habría llevado a su desaparición total como entidad representante de los periodistas. Se limitaron a recibir la cantidad que la empresa les asignó y no comprendo por qué se la da salvo para mantener el nombre de una tradición apoyando al toreo.
Y para que los pobres de la directiva puedan sacar la barriga para saludar al Rey que este año la presidió desde su palco. ¿O es que alguno podía soñar que la presidenta de la Asociación se podía sentar alguna vez en su vida en este palco? Al saludar al Rey a su llegada, la baba de esta caterva se esparció abundantemente. Y una duda ¿por qué quiso Felipe VI verla desde arriba y no desde la barrera que ocupaba últimamente para este caso?
Bueno, todo esto es historia. Hablemos de la nueva moda de las corridas bautizadas. Será idea de algún parlanchín de la empresa, pero hemos pasado de la Beneficencia y Prensa a cada año algún bautizo más: la de la Cultura (las demás serán de la Incultura…), la de In Memoriam (a los toreros fallecidos de Madrid, que no han sido las máximas figuras del toreo). Y este año la del homenaje de la empresa la policía.
Y ancho y largo camino queda: más bautizos. Corrida de los modestos, de los pobres, de los ricos, de los aficionados y un largo etc. Sería precioso ver toda la caterva de combinaciones bautizando una a una cada corrida. Que el parlanchín siga agudizando la imaginación que campo tiene.
Los homenajes, si son justos, bienvenidos sean. Todo lo que se pueda hacer justamente, merecidamente, estupendo, que estamos como estamos en la antes querida España, ahora España, pero no bautizar por bautizar. Nombres justos y populares que sustituyan a la de la Beneficencia, avalada con su nombre como de la Prensa pero que no es la de la Prensa.
Vienen nuevos tiempos, nuevas costumbres. El distinguido público de la Las Ventas ha cambiado. Hay muchos jóvenes que están aprendiendo y puede que les guste esta nueva costumbre de las corridas bautizadas. ¿Por qué no? Total, tres palabras arriba del cartel.