Uso y abuso de la libertad

Otra vez emergen estos falsos idealistas convirtiéndose en poder político para intentar cambiar el curso de la historia cultural de España. Con elocuente “genialidad” quieren cercenar el futuro de la tauromaquia con esa voluntad de prohibir que parece les obsesiona y que, sin duda, tiene que ver con la fidelidad a un falso animalismo en el que han encontrado su causa. Otra vez el camuflaje teórico. La complicidad en la ceremonia de aniquilar. El jueguecito que posibilita una nueva vuelta de tuerca para acabar con esto. Un modo de proceder de una simplicidad pasmosa: prohibir para salvar. ¿De qué? Toda una gran sopa demagógica. Una idea tan machacona como dictatorial. Una pesadilla que corroe en el desconcierto de la realidad de un país al borde del abismo sanitario y económico.

Y es que la irrupción de Unidas Podemos en el gobierno de España les ha despertado la fascinación por abolir. La idea de arrasar con la tauromaquia cuanto antes. Todo un fenómeno absolutista hasta el punto de que con un nuevo planfetario de leyes y normas, tan escandaloso como incoherente, quieren exterminar el toreo impidiendo asistir a la juventud a un espectáculo taurino. Vetar, desde temprana edad, ejercer el arte de torear. Cortar las alas. Amputar la afición. Privarles de libertad.

En la búsqueda de su objetivo, Unidas Podemos, ha registrado una enmienda a la Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia para incluir en el texto la prohibición de que menores de edad puedan acudir a presencias festejos taurinos. Y lo hacen con un articulado en el que quede plasmado la exigencia de que los espectadores de estos espectáculos sean mayores de 18 años. Y, en consecuencia, que lo alumnos de las escuelas de tauromaquias también sean mayores de esta edad. Y más, si se incumpliese esta normativa la infracción a la ley adquiriría categoría de “muy grave”.  Una ley que va contra los valores y principios sobre la que debe erigirse. Impecable cacería al toreo matando a su afición de raíz. Un admirable manejo de lo absurdo. Un puñado de “heroicos” idiotas contradictorios que prohíben la tauromaquia a menores de dieciochos años y, sin embargo, defienden el aborto libre a los dieciséis sin permiso paterno. Unos iluminados jugando con el uso y abuso de la libertad. La maldad humana enmascarada por una ideología política radical cuando se trata de eliminar lo que no gusta. ¡Qué gente!