MANUEL VIERA

Garzón, y dos más

miércoles, 18 de noviembre de 2020 · 07:41

La temporada de 2020 a punto de acabar ha sido, si se mira el número de festejos celebrados, un auténtico desastre, aunque gente con altura de miras, entregada a su profesión, a su afición, a su pasión, se esforzó para que el fatídico año taurino no se quedara sin toros, encontrando el modo de celebración gracias a su valentía y generosidad. La respuesta al trabajo bien hecho la reveló la taquilla y, por ente, la propia calidad del espectáculo. Combinaciones modélicas en su estilo y en su aportación al toreo emocional y de auténtico arte.

Con esfuerzo e imaginación quedaron establecidas las causas, y efectos, del éxito sin darse de bruces con la dramática realidad que vive el país.  No hubo público para llenar las plazas porque no se podían llenar, pero sí se encontró el elemento espiritual de lo mejor del toreo, o de su mejor público. La cuestión es, y es un hecho, que poco más de tres valientes empresarios, Garzón y dos García, Alberto y Carmelo, y unos altruistas toreros han salvado el año del espectro virus que sigue matando.

Lo incuestionable de lo sucedido no impide que surjan demasiadas dudas con lo que ha de venir o queda por llegar. La sostenibilidad de la Fiesta en otra temporada sin las grandes ferias sería inalcanzable ¿Podría repetir sólo el animoso José María Garzón la misma hazaña? La lógica empuja a pensar la dificultad de hacerlo de quienes deberían de perderle el miedo a la obligada restructuración. Aunque no sea fácil es lo que requiere plantearse. Porque del mañana no hay certeza. Lo mejor que pueden ir haciendo los asociados de ANOET es ponerse a currar y no a temblar con el claro objetivo del banco azul: poner fin a la tauromaquia. El toreo tiene vida, y, si esa vida no se cuida adecuadamente, languidece, se apaga o, lo que es peor, se acaba.

A juzgar por lo dicho, una de las mayores preocupaciones de la gente del toro es la intuición de que poco, o nada, cambiará el devenir de las ferias taurinas de 2021. No obstante, una solución positiva de sus consecuencias no puede seguir siendo demorada. Urge el cambio de mentalidad. El toreo necesita aliento para el presente y alcance para el futuro. Abrirle nuevos caminos, impulsarlo, socializarlo. Hacerle gozar de buena salud. Seguir un año más sorteando el precipicio de la desunión y la desidia es sólo encontrar el modo de maquillar la realidad. Un absurdo que acabaría muy mal.  

12
7
21%
Satisfacción
52%
Esperanza
26%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia