Puestos a encontrar motivaciones

Todo ha quedado muy bien preparado para que las novilladas con picadores tengan firme continuación. La Fundación Toro de Lidia ha marcado el camino. Era, y aún lo es, más que preocupante la situación de estos festejos y, sobre todo, para los que se tienen que alimentar de ellos. Esos incansables novilleros, escondidos bajo la carpa de sus deseos, en continua aventura por sobrevivir a una circunstancia que les otorgue un atisbo de esperanza.

La Liga Nacional de Novilladas auspiciada por la FTL ha sido una feliz iniciativa que ha duplicado ilusiones en muchos de los que continúan habitando en la creencia de que un día será. Les llegará el sitio, una plaza, un ruedo, que no es otra cosa que el ámbito propicio para decir verdades, a aquellos que siguen machacándose cada día en interminables horas de entrenamiento con la enorme carga de sueños a sus espaladas.

Es obligado reconocer el éxito de un proyecto que ha dado lugar a la celebración de treinta y dos novilladas, repartidas en plazas de toros pertenecientes a veintiuna provincias de siete comunidades autónomas, dándosele la oportunidad a treinta y tres novilleros que han podido lidiar utreros de quince encastes distintitos entre las cincuenta y nueve ganaderías participantes. Además, se han reabierto plazas de tercera. Las que fueron sostén de una Fiesta casi eliminada de muchos pueblos de España tras el continuo desastre económico vivido en estos tiempos de crisis y pandemia de dramáticas consecuencias.

Puesto a encontrar motivaciones, estas están en ese ramillete de nuevos e incasables novilleros, a los que les constaba un mundo torear, que han podido exponer su toreo convencido de sus posibilidades. Ellos han logrado convencer y convencerse de que siguiendo en el intento algún día tendrían su recompensa. Ellos y la fundación, porque el ninguneo de la política gubernamental seguirá y los recursos necesarios para el fomento de la cultura taurina nunca llegarán.    

Así que de nada servirá esta avanzadilla para futuras celebraciones si los taurinos, siempre proclives al pasotismo, no empiezan a moverse en el terreno de las buenas intenciones dándole continuidad a las excelencias de los nuevos novilleros. Recurrir a lo novedoso con la ilusión de encontrar algo de frescor en los que vienen y asegurar el futuro. Ni más, ni menos.