La Fundación ha sabido que hacer

De la misma forma que lamentaba la situación crítica de las novillas picadas, he de alabar ahora el ilusionante camino escogido para una posible recuperación. Era absurdo saber el problema y no combatirlo hasta lo imposible. La disminución progresiva de estos festejos en los últimos años ha sido, y es, alarmante. A pesar de los pasares, que no son pocos ni livianos, se hacía necesario no acabar con el propósito de enfrentarse a la inminente realidad. Ante la delicada situación no quedaba otra que intentar devolver el crédito a las novilladas. Quizás, porque ya no hay lugar para la confusión.

Sin embargo, nada hay más estimulante que la verdad. Y la verdad es que la Fundación del Toro de Lidia ha sabido que hacer concediéndole sitio a las novilladas con picadores e importancia a los novilleros. El II Circuito Andaluz de Novilladas, organizado por la Fundación con el apoyo de la Junta de Andalucía, ha sido todo éxito. Un referente para seguir. Un deseo de hacer el presente para vislumbrar el futuro. Un trabajo excepcional ante un compromiso trascendente. Demostración, sin más, para quienes aún se hacen indiferentes a los intereses de los novilleros.

De una manera u otra, lo ha hecho para salir del vacío y tedioso presente que todos rechazamos, pero en el que nadie encontraba ecuánimes soluciones. Lejos del buenismo, la institución se ha opuesto al mayor peligro al que se enfrentan los novilleros: el olvido y la resignación. De ahí esa búsqueda necesaria de desconocidos e ilusionantes toreros. Nuevos hallados en el finalizado certamen andaluz, parte esencial del propio toreo, que han de potenciar el hoy para poder abrir las puertas del mañana.

Y un ganador, dispuesto a dar el salto a plazas de importancia, elegido por unanimidad por un jurado de considerable veta objetiva, lo que explica la aceptación de los veredictos y la brillantez de las decisiones. Jorge Martínez, un anónimo novillero murciano hecho taurinamente en Almería, ganó el certamen en competente rivalidad con el extremeño Manuel Perera. Un triunfo que le va a suponer medirse con finalistas de los circuitos del Norte, de Castilla León y de la comunidad de Madrid, además de tener ya plaza fija en la novillada programada para la feria de San Miguel en la Maestranza de Sevilla. A tal fin, el logro ha sido determinante.