GALLEANDO

La utopía del deseo

miércoles, 5 de enero de 2022 · 07:19

Es un deseo ¿o tal vez una fantasía? De todas formas, seguro estoy de que muchos estamos convencidos de su necesidad. Ahora, en este inicio del nuevo año, cuando más lo necesita la tauromaquia, atacada, ninguneada, despreciada, olvidada por los que gobiernan España, ahora, mientras el presente pasa a ser futuro, sería deseable que los profesionales del toro dejasen la falsa solidaridad colectiva y tuviesen voluntad real de unión para solucionar. Que olvidasen intereses particulares y apostasen, sin ningún temor a perder, por reorganizar una Fiesta anclada en el pasado.

Sería envidiable que, después del éxito de los respectivos “Circuitos de Novilladas” ideados por la Fundación Toro de Lidia, donde se les han dado oportunidades a novilleros y se han descerrajados plazas de pueblos, los diferentes sectores del toreo convergieran en la coherencia total de la historia. Si lo que se pretendía era intentar resolver la problemática actual de las novilladas con picadores, hecho está. Ahora, sin solución de continuidad, se hace inexcusable definir su desarrollo, amplio en el tiempo más inmediato, para que la apuesta no se convierta en contenido insustancial para el futuro.  

El desprecio al toro de la televisión pública de España es delirante y consecuencia normal del sometimiento continuo a las exigencias del populismo animalista que no deja acceso a la libertad. Sería muy bueno que el Consejo de Administración de RTVE olvidase algunas consignas políticas y atendiera la demanda de aficionados que piden no se le siga negando el derecho a presenciar una corrida de toros por la TV de los españoles.

El toro, que volverá a constituirse en elemento clave, singular y emblemático del rito en la plaza, con la seriedad de su anatomía y la emoción que provoca en el espectador la casta y la bravura, sea el adecuado para potenciar un espectáculo falto muchas tardes de calado emocional. La historia reciente de un animal mermado en sus características esenciales ha hecho de la corrida una función, anodina e incoherente, que se desordena en el tiempo con escasa posibilidad de cambio ni evolución.

Si estos deseos de solución se distancian del componente conceptual que ha de sustentar la tauromaquia, tal vez, el futuro deje de tener sentido para convertirse en utopía.

 

17
1
0%
Satisfacción
100%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia