GALLEANDO

Javier Zulueta, joven promesa sevillana

miércoles, 19 de octubre de 2022 · 08:03

El descubrimiento de un posible nuevo torero puede ser una de las cosas más bonitas que un aficionado puede vivir en una plaza de toros. Me ha sucedido no en pocas ocasiones y con no pocos becerristas ilusionados que, por diversas circunstancias, comenzaron su trayectoria por los caminos del toro para, después, internarse por esa otra vía que felizmente consideraron la suya. Sin duda, son mayoría lo que inician el sueño y acaban despertando en otro bien distinto. Los menos, comenzaron haciendo sus pequeñas obras, en la que no les faltó valor y temple para narrar el toreo, ni las suficientes cualidades para desarrollar una tauromaquia propia y diferencial. Y ahí están, en la cúspide del toreo.

Puede ser este otro caso de quien, guiado por una forma de torear dominante, sutil y elegante, y un talento sin equívocos, me hizo sucumbir a los encantos de un concepto admirable. Me pareció ver en su toreo decenas de respuestas y luego, con impecable serenidad, girar sobre su propio eje para mostrar su naturalidad y clasicismo sin extras visuales ni otros efectos que los derivados de la torería y el buen gusto. Y así creó momentos fantásticos, no usuales en estos que empiezan, para despertar el optimismo imprevisible en los que lo vimos.

Uno está obligado a maravillarse ante el modo de torear de Javier Zulueta. Un alumno de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla que, el pasado sábado en la plaza de toros de Estepona, hizo y dijo el toreo en la becerrada en clase práctica de final del XXIV ciclo de promoción de las Escuelas Taurinas de Andalucía. A la joven promesa sevillana le volaron los dedos con los que meció el capote a la verónica de la misma manera que ralentizó su muleta para trazar el natural. Por su excepcionalidad, la actuación de Zulueta, representó el feliz episodio de la esperanza ante un principiante que hizo de la lidia un distintivo del arte de torear. Una forma de expresión tan diferente que lo identifica y singulariza. Mi deseo de que lo siga haciendo de forma meritoria creciendo en la conquista. Que no se malogre. Es el futuro que interesa.