GALLEANDO

Gente capaz de ilusionar

miércoles, 23 de noviembre de 2022 · 08:39

Cuando las novilladas comenzaron a desaparecer de la España rural, pocas, casi nulas ideas se aportaron para tratar de paliar el cierto declive de estos festejos en las plazas de pueblos. Lo incuestionable del hecho no impidió que surgiera la decisión contundente de la Fundación del Toro de Lidia para emprender la urgente necesidad de que las novilladas picadas volvieran a las plazas de toros de tercera.

En este otro coso de las novilladas sin caballos ha vuelto a surgir el empuje de la Junta de Andalucía asumiendo una realidad que ha de cambiar el triste panorama vivido en los últimos años. De hecho, la brillante y decida aportación a la escuelas taurinas andaluzas ha sido un paso decisivo para evitar que los novilleros que finalizan su periplo en las escuelas se sientan víctima de las circunstancias.

Por momentos parece que el problema tiene visos de solución. Parte del éxito convendría atribuirlo a las retransmisiones de estos festejos por Canal Sur, la televisión pública andaluza, y, sobre todo, a esas escuelas que simbolizan los valores inmutables del toreo. Por otro lado, un ramillete de jóvenes artistas, alegando importantes triunfos conseguidos en las últimas semanas, ha revolucionado el panorama taurino en este tipo de festejos. Gente capaz de provocar con sus diferenciales formas artísticas la masiva asistencia de público a las plazas de los pueblos de España.

El Exquisito, Zulueta, Martín Morilla, Ángel Pérez… han puesto en escena sus respectivos conceptos para ilusionar al aficionado que ha gozado con volver a ver el toreo de la autenticidad en los que empiezan a soñar. El que provoca el óle en los sublime y no el silencio de lo vulgar. Son contenedores de ilusiones que rebasan cualquier escepticismo. Puestos a encontrar motivaciones, aquí están. Ellos la tienen. Alimentando de paso a un escalafón en obligada renovación. Es una utopía saber hasta donde van a llegar. Si alcanzarán su objetivo final. Sin embargo, con ellos, uno se siente fascinado por el encanto de la lidia. Aprendices, desde hace tiempo inencontrables, deseosos de iniciarse con especial interés en los vericuetos caminos del toro. Difícil, pero no imposible.