GALLEANDO

Bien vale llenar La Merced

miércoles, 11 de enero de 2023 · 06:45

La historia del festival de la Hermandad Matriz del Rocío de Almonte parece medirse por las muchas vicisitudes por la que ha pasado su organización en décadas de celebración. Un evento venido a más en los últimos años que alcanza en este de 2023 la importancia que merece. Vuelven las figuras a introducir en proposiciones abiertas el lenguaje no hablado del toreo. Grandes toreros que van a poner en valor la tradicional cita anual de un festival taurino que no tiene otro objetivo que el de recaudar fondos para las obras sociales y asistenciales de la Matriz.

Las diferentes etapas estuvieron señaladas por el buen hacer de una gente que a golpe de ingenio conseguían, para dar realce al cartel, lo más granado del toreo de cada época y los mejores toros marcados con prestigiosos hierros ganaderos. El paso dado por la organización para esta nueva edición ha arribado en una combinación tan atractiva como interesante con la que vuelven a ilusionar. Y una plaza, La Merced de Huelva, ofrecida por su propietario y gestor José Luis Pereda, que le da categoría máxima al evento y, sobre todo, capacidad de asistencia para poder sumar en la labor social de la institución almonteña.

Se está ante el más importe de los festivales benéficos del Rocío en los últimos años. Un festejo que, seguro, dejará para el recuerdo la tarde de toros en la que unos genios del toreo narrarán sus historias convirtiendo momentos en obras de arte cargadas de solemnidad. Sin duda, disfrute para el que las ve y alivio para los que más necesitan de la ayuda solidaria para vivir.

Allí, en el ruedo onubense, estarán el próximo 28 de febrero, festividad de Andalucía, Morante de Puebla, Juan Ortega, David de Miranda, Pablo Aguado y el novillero García Palacios que, junto al rejoneador Andrés Romero, lidiarán reses donadas por lo ganaderos José Luis Pereda y Guillermo García Palacios. Estarán, como siempre, para hacer suya la adversidad, para poner la menor distancia posible en el largo camino de la esperanza. Esta es la fantástica realidad en la que se mueven la gente del toro. Hombres, arquetipos de una especie distinta, a cuestas con sus culpas y su aciertos, mensajeros del optimismo y dispuestos a aliviar las necesidades de los demás con lo que mejor saben hacer: torear. En todo caso, bien vale llenar La Merced.