GALLEANDO
La importancia de la Puerta del Príncipe
Trascendiendo un poco más en ese triunfo obtenido por Sebastián Castella el pasado sábado en la Maestranza, conseguido desde apasionadas lidias que le valieron el necesario corte de apéndices necesarios para la salida por la Puerta del Príncipe, fue muestra sincera y sin contemplaciones de un público entregado a la causa, ayuno de divertimento, eufórico, de comportamiento festivo y nula exigencia.
Un hecho para reflexionar sobre tan significativa sensación vivida en los tendidos de la plaza de toros de Sevilla. Una vez más se impone la pregunta ¿Qué es en realidad lo que provoca el entusiasmo desatado en los tendidos? Esto es, algo que fascina y que no tiene sentido reclamarlo si abajo hay emoción. En buena medida la lidia es emoción desde el momento en que los límites del valor están desplegados en unas formas de conceptualismo heroico. O, por el contrario, cuando el arte fluye de la búsqueda de una inteligibilidad pura, efímera y despojada de banalidades. Emoción que, según una u otra cuestión, la gente siente como un escape a la tensión o al gozo indescriptible.
En ambos casos cada uno aporta su percepción. Incluso los completamente desubicados terminan entusiasmados con cualquier parida, sea ésta la aparatosa caída de un picador, o la ignorancia supina en cualquiera de las suertes. En todo caso, lo frívolo se desmorona en fugaz fantasía.
Castella mantuvo una calidad notable con la que superó cualquier dificultad que le plantearon su toros. Su capacidad para hacer el toreo fue obvia, y todo ello dicho con sobriedad. Ejecutó un toreo con el que encontró acomodo dentro de ese discurso artístico construido, por momentos, de contenidos intensos que dieron lugar a ambas obras ¿válidas? para conseguir su ansiada salida a hombros, pero fue un excesivo premio, aceptado por un débil palco, para un torero que nunca llegó a alcanzar la rotundidad sublime de su toreo. Lo imprescindible para hacerse acreedor de tal honor.
Bien es verdad que la actitud en el ruedo activa el componente emocional en el público. De todas formas, a muchos habría que explicarle, aún, la importancia de salir por la Puerta del Príncipe de la Maestranza de Sevilla.