GALLEANDO
Inadmisible
Impotencia, desolación. Desesperanza ante la debacle de los toros en Espartinas. Terruño del ilusionante Borja y su hermano Javier Jiménez y de, un grande del toreo Hijo Predilecto del pueblo que le vio nacer, Juan Antonio Ruiz “Espartaco”. Un figurón de época que preside, inmortalizado en bronce, la puerta principal de una plaza abandonada a su suerte por determinación de un gobierno socialista con mayoría absoluta tras las últimas elecciones municipales.
El PSOE va por barrios. Deciden según el gusto del dirigente en cuestión. “Aquí pongo en valor las corridas de toros, pero allí no” Y en Espartinas es no. Se niegan a rehabilitar una plaza en total abandono, e incluso anuncian que si algún día fuese rescatada del olvido se utilizaría sólo para conciertos musicales. Así, con un par…
Pero he aquí, que para fortalecer el gobierno socialista recolocan al anterior teniente de alcalde de Izquierda Unida, José María Calado, nombrándolo concejal de Memoria Democrática. Ahí es nada. Un antitaurino de órdago que ya actuó como corrosivo y dinamita social prohibiendo los toros en la localidad del aljarafe sevillano en anterior legislatura de coalición. Un forjador de modernidades en el más rancio y extremista de los populismos. Un disimulado dictador de descabelladas prohibiciones que no le compiten. Un incompetente con clara aversión a las ideas contrarias a las suyas.
El añorado coso taurino se desmorona en la más caótica de las decisiones por el ideario político de quienes gobiernan, eliminando derechos fundamentales del ciudadano y coartando su libertad con una soberbia acojonante. Estos heroicos del progresismo animalista, a los que le apesta la tauromaquia, quieren resolver el futuro taurino de la ciudad con un sistema sectario y populista importándoles un pito las nefastas consecuencias que supondrán tan absurda decisión para mucha de su gente y, sobre todo, para aquellos otros que regirán en un futuro con ideas diferentes a la simpleza de los radicales argumentos de hoy.
En esta época en la que parece han enterrado definitivamente la palabra libertad ignorando leyes y derechos. En este escenario de mentes perturbadas que quieren transformar prohibiendo, llega la chusma, la influencia ideológica y todos convertidos en perros con bozal. Inadmisible.