GALLEANDO

A Juan Ortega

miércoles, 27 de diciembre de 2023 · 09:55

Si tú supieras las ganas que tengo de verte torear. Ahora, cuando el devenir de la vida lo han convertido en “cultura del cotilleo”. En cansinas habladurías hechas artificiales noticias con el único objetivo de provocar el morbo y aumentar la audiencia en las televisiones. Ahora, más que nunca, ansío gozar con la excepcionalidad de un torero como tú capaz de hacer cosas memorables en una plaza de toros para convertir los sueños utópicos en imaginable realidad.

La realidad de un torero que sublima el toreo sobrio y extraordinario. La realidad de quien convierte la lidia en la más emotiva de las artes. La realidad de quien sabe mostrar la hondura expresiva, con un virtuosismo colmado de excelencias, evitando lo tópico para celebrar después la exaltación de lo clásico y natural. La realidad de Juan Ortega.

La torería en la lidia, la maestría en cada uno de los trazos, el talento en la forma de plantear faena, convierten tu hacer en el máximo exponente de un concepto apabullante. En obras impecables, desde la valentía, el conocimiento, la inspiración, el temple, la profundidad de tu muleta, y la sensacional naturalidad de un toreo que imbuye a la gente en la brillantez de tu tauromaquia.

Antología de la verónica con la que contribuyes a completar grandes obras con un capote que para el tiempo. Donde el arte se manifiesta con verdadera emoción. Momentos. Joyas que brillan como las notas ligadas de una sinfonía con la que compones tu discurso artístico y emocional. Por todo esto tengo inmensas ganas de verte en el ruedo de una plaza.

Son estos los argumentos, sólidos y suficientes, para esperar tu comienzo de temporada en las exigentes primeras plazas de España con renovado deseo. No tengo duda de que tu toreo es el que te hace grande y conocida Figura. Con el que espacias la esencia de unas formas sorprendentes y auténticas. Porque en ti hay pureza y hay valor. Porque tienes la enorme capacidad de convertir lo que haces y dices en algo muy diferente y particular. En algo tan sutil como intenso. En algo muy transcendente para el que lo ve y lo siente. Porque lo que has hecho y seguirás haciendo en una plaza de toros es, y será, sencillamente torear. Eso es lo tuyo.