GALLEANDO
Urtasun no falla
No es casualidad que en época de arremetidas al toreo, sometido a la ley del deseo, se activen los vetos. Lo malo es que, además, estos intencionados olvidos son decisiones destructivas alejadas de una mínima reflexión coherente. Desprecio total al arte sublime de la tauromaquia con el que inciden en los modos de ataque a la libertad. O, si lo prefieren, a la forma escrupulosa obsesiva de erradicar.
El nuevo ministro de Cultura, declarado antitaurino, parece hacerlo con entrega absoluta a la locura de eliminar la lidia de Las Bellas Artes. Determinante manera de actuar de una izquierda populachera empeñada en su titánica ambición de exterminar con ansia de relevancia social. Ernest Urtasun ignora a la tauromaquia en la concesión de las Medallas de Oro al mérito en las Bellas Artes. Vuelve a ningunear al toreo en un listado de personalidades y entidades premiadas relacionadas con el mundo del cine, la literatura, el teatro… Pero nadie vinculado con el toro.
En la previsible y aburrida serie de comportamientos del ministro de Cultura molesta la posición fácil e interesada con la que desprecia al toreo. Actitud cobarde e incoherente incapaz de hacer desistir de tan aberrante cacicada a quienes abanderan este ficticio progresismo políticamente correcto. En concreto, indigna la posición de estos políticos del gobierno de Pedro Sánchez que, por el mero hecho de haber ocupado el poder, se creen con legitimidad moral de despreciar el mundo taurino con hechos y decisiones que atentan contra la libertad.
Parece mentira que tomen el pelo a las mayorías jugando con los reflujos de las minorías que quieren que las corridas de toros sean historia del pasado. Parece mentira que le tengamos que tolerar la intolerable a tan respetable señor en su demagógica empresa de hacer desaparecer una cultura no entendida por quienes no la quieren entender. Una historia confusa e irresponsable que se suma a ese circo de pactos y chantajes. Gente sin valor para defender lo prometido. Políticos de discursos embaucadores en esta nueva cruzada de confusión y engaños con los que consiguen objetivos deshaciéndose del exceso de equipaje. El toreo sujeto al populismo que lo amordaza. Al gusto del político de turno. Y Urtasun no falla.