GALLEANDO

Prohibido el paso al toreo

Por Manuel Viera
miércoles, 11 de diciembre de 2024 · 08:32

Al final ha resultado que el antitaurino que dirige el Ministerio de Cultura le produce una grave e importante alergia el mínimo contacto físico, incluso a pequeña o media distancia, con los héroes y artistas del toreo. A personalidades del arte de torear, premiados en anteriores ediciones, tachó de la lista de invitados de la ceremonia de entrega de la Medallas de Bellas Artes de 2023 por el contagio tan virulento que le podía ocasionar las respectivas presencias. A él, claro, y a su gente de Sumar, que con ese afán de prohibir, a la vez provocador, despliegan con virulencia sus nulos argumentos con tal de aniquilar la tauromaquia de Cultura atacando la democracia y coartando la libertad.

Otra vez el maleducado Urtasun mostrando “cojones” y sometiendo al toreo a sus caprichos. Despreciando a la tauromaquia con actitud mezquina y fomentando el escándalo. Discriminando a la gente del toro en la manifestación cultural celebrada semanas pasadas en la Fábrica de Artillería de Sevilla presidida por los Reyes de España. Aquí en la tierra del arte. El la cuna de Curro Romero, Espartaco, Morante de la Puebla, Juan Ortega o Pablo Aguado entre otros muchos.

Nuevo ataque de la ultraizquierda sin que los taurinos se pronuncien. Sin que decidan de una vez cómo derrotar la actitud ruin e irrazonable de estos falsos progres. El toreo sometido a ley del deseo de un ministro autoritario. A los diferentes estados de agresión: desde la anulación de los premios de Cultura hasta este mezquino sistema de prohibiciones con el que inciden en los modos de ataque a la libertad, o, si lo prefieren, a la forma maniática y obsesiva de erradicar.

Sin responder a insultos, ataques y caricaturizaciones, que suelen ser las reglas del juego habituales de los que pretenden vilipendiar la libertad, no cabe otra que revelarse, pese a la impotencia, contra los que han comprado sillones de poder a cambio de traicionar a gente común temerosa de su futuro. A gente engañada con discursos intencionados aprovechándose de la “trivialidad” de nuestra cultura de masa. A gente a la que se le sigue amordazado su pasión por el arte de torear. Qué historia más canalla.