GALLEANDO

Seguirán llenándose las plazas de libertad

sábado, 4 de mayo de 2024 · 09:23

Bien es cierto que en estos tiempos, ávaros de tiempo, se multiplican los ataques a la totalidad cultural de una Fiesta patrimonio de una España donde la libertad se reprime según conviene. Más allá de lo evidente, hay más de un toque de caciquismo en quien con lamentable decisión ha eliminado el Premio Nacional de Tauromaquia de las disciplinas artísticas galardonadas por El Ministerio de Cultura. Ernest Urtasun ha utilizado esa otra voluntad, incoherente y demagógica, que sólo usa la radicalidad de la nueva izquierda, para ajusticiar la tauromaquia, paso a paso, con esa posición dominante que le da el cargo.

Parece mentira que un ministro de Cultura desprecie la cultura taurina con decisiones que atentan contra la libertad. Parece mentira que tome el pelo a las mayorías con los dictámenes de las minorías. Parece mentira que tengamos que tolerar lo intolerable a la radicalidad de un Ministerio en su progresiva, y cada vez más sectaria, empresa de hacer desaparecer la tauromaquia.

No es casualidad que en época de arremetidas al toreo, sometido a la ley del deseo y al populismo que lo amordaza, se activen las pretensiones desaprobando lo aprobado. Lo malo es que, además, son decisiones destructivas alejadas de cualquier griterío reflexivo. Exclusión con la que inciden en los modos de ataque a la libertad, o, si lo prefieren, a la forma escrupulosa, maniática u obsesiva de exterminar. Y lo hacen con entrega absoluta a la locura de suprimir. Determinante manera de actuar de un ministro populachero e ignorante empeñado en su titánica ambición de exterminar con ansia de relevancia social.

La exclusión de la tauromaquia de la Premios Nacionales que se ha sacado de la manga el ínclito Urtasun es, además de una cabronada, una más de las muchas acciones que tiene pendiente para masacrar al toreo. Una forma dictatorial de censurar y un vil ataque a la libertad. Absurdo argumento de un ministro sectario que, entremezclado con la obsesiva petición de los animalistas de prohibir la tauromaquia con la falsa e hipócrita excusa del maltrato animal, quiere que las corridas de toros sean historia del pasado. Pues, ante la chusma y la influencia ideológica seguirán llenándose las plazas de toros de libertad.