Un “San Isidro” ilusionante

Comienza “San Isidro”. El gran ciclo que se mete en un mes de toros consecutivos con un puñado de atrayentes y buenos carteles y alguna que otra tarde de absurdo entusiasmo cuando se incide en rellenar unas combinaciones con las habituales estrategias que colman los intereses. Así que ilusión por lo bueno y aceptar lo insustancial pese al discurso del “productor” reiterando la excelencia de una feria como paradigma de lo mejor.

Quizá sea una nueva historia de innovación para el largo serial en Las Ventas. Porque la diversidad de los carteles es una realidad, con ventana abierta a una larga nómina de matadores de toros, en la que la veteranía se mezcla con la nueva hornada de interesantes y jóvenes diestros formando un cóctel esperanzador e ilusionante.

Así que, no es de extrañar, que la ristra de tardes consecutivas de corridas de toros y atractivas novilladas sean el espejo necesario para mirar el futuro. “Plaza 1” ha hecho una feria sin experimentos y creyendo en la obligatoriedad de unas combinaciones que tienen más sentido que completar un mes de toros en Madrid. Pese a las ausencias, que las hay, de toreros injustamente olvidados. El Cid, no merece estar fuera de San Isidro. Hay muchos ¿por qué? que demuestran la injusticia.

Y, sobre todo, jóvenes sevillanos que han exhibidos las calidades de sus respectivas tauromaquias en las ultimas temporadas y siguen en el ostracismo. Ángel Jiménez, Lama de Góngora, Oliva Soto, Esaú Fernández, bien merecían estar anunciados. Pero estos, y algunos otros, han entrado en territorio acotado, sin vallas que lo indique, aunque hayan pisado fuerte y dejado huellas profundas con su toreo en el ruedo de alguna que otra importante plaza de toros. Nada vale si se les cruza en el camino los que mandan con su carga de sinsentidos.

De todas formas, el importante ciclo gozará de continuos llenos, algo insólito, en un mes de toros consecutivo. Se atisba también la exaltación de la bravura en ganaderías como la de Victorino Martín, Miura, José Escolar, Baltasar Ibán o Pedraza de Yeltes, que compaginan con las predilectas de la figuras. Las de siempre. Ahora los triunfos llegarán. O no llegarán. Dependerá de ese toro que pondrá limitaciones. No obstante, quedamos a la espera de esas tardes de éxitos exigiendo una sola condición: emoción.