GALLEANDO

Creciéndose en la conquista

miércoles, 5 de junio de 2024 · 08:11

Corren felizmente tiempos en los que los novilleros forman ya parte ineludible de los carteles de las ferias taurinas. Tal como se merece la actitud combativa y brillante de quienes atisban un prometedor futuro en el oficio más duro y difícil del mundo.

Fueron los suyos sueños de niño que comienzan a ser realidades. Él soñó ser artífice de una tauromaquia, tan auténtica como distinta, que enjoyara las tardes de toros entre gozos y emociones. Y a ese hacer, fiel a su diferencial concepto, dedica su vida de torero “maduro” siendo niño aún e incipiente novillero. Construyendo obras que constituyen el argumento extraordinario de un arte único. Como quien cimenta el toreo proyectándolo desde el ruedo con el fin de enloquecer los tendidos con la belleza de una tauromaquia irresistible.

Por su excepcionalidad su actuación, el pasado domingo sobre la arena de la plaza de toros de Antequera, representa el feliz episodio de la confirmación de un torero que ha hecho de la lidia un distintivo de valor, verdad y clásico arte de torear. Una forma de expresión tan diferente que lo identifica y singulariza. Alcanzó tal categoría la faena al encastado quinto novillo de Guadalmena que derivó sin paliativo en la emoción.

Cada vez lo hace de forma más meritoria. Creciéndose en la conquista. Y uno está obligado a maravillarse ante este modo de torear. Ante la ambición sin límite de quien tiene en su toreo decenas de respuestas para convencer. Lo que más le admiro es que siempre pone su talento al servicio de su pasional forma de torear.

Marco Pérez, y su toreo, forma parte de las nuevas historias que, dejando de ser novedad, son concebidas con vocación de fascinar. Sucesos acaecidos en el ruedo que, sin complejo de culpa, se desentienden de lo vulgar para restituir su valía de arte y verdad. Un torero agudamente valiente, y a la vez sensible, poseedor de cualidades fundamentales y en grado que muy pocos pueden ostentar para torear tan bien. Un torero que se mostró trascendente en la lidia e intrascendente con la espada, pero que, sin duda, lo solucionará. ¡Vaya si lo hará!