GALLEANDO

Utrera, peligra los toros en Feria de Consolación

miércoles, 24 de julio de 2024 · 06:49

Sin duda, Utrera estaba en el camino. La iniciativa de acometer en condiciones de seriedad torista la corrida anual celebrada con motivo de las Fiestas de Consolación estaba obteniendo rango de verdadero acontecimiento. Esa apuesta de la empresa “Espectáculos Carmelo García” conseguía poner en valor los toros en la ciudad que es origen fundacional de las castas del toro bravo. El inagotable organizador de festejos taurinos había conseguido en tiempos de penuria taurómaca local meter en la plaza de toros casi tres mil personas. Parecida cifra consiguió con la recordada corrida de Miura o, más temprano en el tiempo, el desafío ganadero celebrado con medidas anti-COVID.   

Esa intención de dotar el festejo de un tinte torista cimentado en el origen de Utrera, denominada “cuna del toro bravo”, parecía haber logrado el verdadero interés de una gente que no encontraba acomodo en unos festejos ausentes de figuras, de emoción o gozo por degustar el toreo.

El cambio de fecha de celebración de la corrida en pre-feria facilitó la asistencia. La integridad y seriedad del toro le dio dignidad al espectáculo y colmó de aliciente al aficionado. La presencia de los “victorinos” fue impecable. La oferta torista parecía ser la solución. Pero he aquí que todo parece malograrse. Los posibles candidatos a organizar el tradicional festejo de feria esperan repuestas, que no les llegan, de un Ayuntamiento (PP) que parece “marear la perdiz” hasta derrumbarla. A Carmelo García, que lleva más de una década organizando espectáculos y festejos taurinos en Utrera, ni le han llamado, y a la nueva empresa local “Hermanos Durán” no le llega contestación a la oferta presentada. 

Desde hace algunos años porciones enteras de nuestro tejido cultural se están desmoronando poco a poco ante el empuje de los cambios sociales. Y ante esto se hacía necesario reflexionar, dejar de hacer diagnósticos pesimistas y originar un nuevo empeño al aficionado a los toros en particular y público en general. Crear contenedores de ilusión que rebasen cualquier escepticismo. El toreo en Utrera es testimonio de su historia, una de las raíces de un pueblo que ha franqueado muchas barreras. Merecía, merece y merecerá la pena salvarlo. No condenarlo por gustos personales de quienes gobiernan, desidia o equivocada gestión.