GALLEANDO
El Aula Taurina de Sevilla
Por Manuel VieraTengo la impresión de que todavía no se ha sido capaz de conectar con las instituciones, esto es, no se ha encontrado la manera de convencer a la sociedad en la forma de potenciar la tauromaquia. Poner en valor, se dice ahora. Parece que el concienzudo trabajo de más de tres décadas revelándole a los jóvenes los misterios del toro bravo y, por ende, promocionando la Fiesta, primero en las aulas de los institutos y dehesas de bravos y después en las salas de conferencias y los tendidos de las plazas de toros, no les ha permitido salir aún de ese letargo mortal que es la indiferencia. La aparentemente muda voz de la impasibilidad.
Cuando cuatro profesores, entonces en activo hoy jubilados, -un servidor fue uno de ellos- tuvieron clarísimo como llevar la tauromaquia a los jóvenes, el positivismo y los valores del toreo habían encontrado un caldo de cultivo extraordinario para instruir en la dura y pura verdad de la lidia. Sin embargo, parece cierto que todo estuviera ya mostrado, y que tan sólo quedaba añadir un poco de glosa a la tradición.
Los que aún dirigen Aula Taurina, la asociación de profesores de enseñanzas medias para el fomento de la Fiesta entre la juventud, han demostrado desde su inicio en 1988 una entrega y rigor enorme a la hora de promocionar el toreo en los jóvenes, pero raramente esta encomiable labor ha llegado a la ciudadanía, a los organismos oficiales, ni siquiera a los jurados de tantísimas entidades que premian cada año “la promoción y defensa de la tauromaquia”. En todo caso, da la sensación de que todo se da por hecho. De como la memoria personal y colectiva parece actuar siempre a la contra. Todo acaba como el jabón que se disuelve en el agua de un lavabo escapándose por el agujero negro del desagüe.
La asociación sevillana, patrocinada por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, entregó el pasado martes en el Salón de Carteles de la plaza de toros su galardón anual “Mejor lección torera” de Feria de Abril en su XXXIV edición a Manuel Escribano, y los premios de fotografías taurinas y videos cortos a los jóvenes ganadores. También el “Conde de Vistahermosa”, distinción que está destinada a promover la realización de estudios en materia taurómaca de carácter científico, histórico o social. Una nueva y exitosa fórmula de difundir la tauromaquia. Y siguen.